Con la infinidad de veces que rodé por la carretera AS-255 y me llamaba tanto la curiosidad este pueblo enmarcado en la montaña. Tenía que remediarlo y ver la tan famosa carretera para los moteros desde otra perspectiva. Esa tarde era la perfecta y preparé mi visita a Santa Eulalia.
Tengo que admitir que me gustó mucho más de lo que me esperaba y sus gentes ¡ No digamos !.
El desvío desde la AS-255 es corto y está bien señalizado. Dejo la moto junto a la iglesia la cual intuyo será mi balcón perfecto a la carretera principal. Y.. No me equivoqué..
La fotografío y procuro no perder detalle…
Edificio del S.XV, es el monumento principal de Santa Eulalia ( o Santolaya ) y dentro guarda una imagen de San Francisco de Paula que goza de gran devoción.
Se me acerca una señora de avanzada edad pero muy habladora( y yo que no me quedaba atrás)… Sorprendentemente, tenemos una breve conversación sobre motos y , como si de una madre se tratara, me advierte del peligro de andar en una. Lo sé, pero también sé la cantidad de buenas experiencias que me perdería si no lo hiciera. Aún con todos sus riesgos, casi es más una necesidad que un simple hobby.
Se ofrece a sacarme una foto, para que yo salga en alguna…¡ Por supuesto señora!.
Me cuenta que su hijo vive en Madrid y es motero, algo que a ella no le gusta nada. Es más, como si él nos estuviera escuchando, baja el tono de su voz y me confiesa que quiere que la venda.. Así, ella estaría más tranquila. La entiendo perfectamente, pero sigo reiterándome y, en mi caso, la moto es ya una forma de vida… Y es que , hay un dicho que, perfectamente, me identifica, ” No viajo para escapar de la vida si no para que la vida no se me escape” y , si es en moto, las sensaciones se multiplican por mil.
Para mi asombro, me ofrece una manzana de un cubo que llevaba consigo y me asegura que las acababa de recoger. No quise hacerle un feo y me la guardo en la riñonera. ¡ A veces qué poco cuesta hacer feliz a alguien !.
Sigo mi ruta por el pueblo..
Entro en un bar y estas inscripciones me parecen curiosas. Se me escapa una sonrisa…
” Si me preguntas qué camino tomar… Depende de a dónde quieras llegar.. Si no te importa, da igual qué camino elijas”
Muy próxima a Santolaya ( capital del concejo de Cabranes ), una joya junto a la carretera, la iglesia de San Julián de Viñón.
Las opciones en esta zona son variadas.
Se encuentra en un precioso entorno rural.
Esto es lo que más me gusta de mis exploraciones: conocer bonitos rincones y conectar con los lugareños. En Santolaya se dieron ambos factores.
Del pueblo me llevo mi curiosidad saciada y de sus gentes la amabilidad de una señora cuyo recuerdo guardaré en mi memoria. Y vosotros, ¿ Qué os llevais ?. V´SSSSS.
Mapa de la ruta.
Página de interés: Ayuntamiento de Cabranes, Turismo.