Inmerso en pleno Parque Natural de Redes (declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera), este pequeño pueblo posado en una ladera, sumerge al visitante en un espacio dominado por el silencio, únicamente interrumpido por el trinar de algún pájaro o el ladrido de algún perro. Un lugar donde relajar los sentidos y disfrutar de su aspecto paradisíaco en un concejo, Sobrescobio, cuya comunidad vecinal fue elegida Pueblo Ejemplar en el año 2.009.
Parece ser que su nombre deriva de la raíz latina super-scopulum , ” sobre el escobio” ( sobre el desfiladero) y que hace referencia al angosto paso tallado en la roca por el río Nalón que servía de entrada al concejo. Este paso se ve hoy superado por la carretera regional AS-17, el llamado ” Corredor del Nalón ” que atraviesa todo el Valle del Nalón hasta el Puerto de Tarna, ya en el límite con la provincia de León.
Todo un lujo contar en mi visita a Campiellos con la máxima responsable en el sector turístico de Sobrescobio, Tensi Carmona, con la que tuve la suerte de coincidir en las aulas de la Facultad de Geografía e Historia en Ovideo hace unos cuantos años. Una echa la vista atrás y piensa: ¡ Cómo ha pasado el tiempo !.
A la entrada de Rioseco, hago una parada para visitar el Monumento a los vecinos de Sobrescobio ( como curiosidad señalar que a los habitantes de este concejo se les conoce con el nombre de ” coyanes” ).
Muy próximo, el Embalse de Rioseco.
Desde la AS-117 un desvío bien señalizado por la SC-1 que en poco más de 1 kilómetro nos llevará hasta Campiellos. Una corta distancia, recorrida por un buen asfalto y, por supuesto, unas buenas vistas del pueblo en mi ascenso.
Este fin de semana serán las fiestas y la Plaza está ocupada por una gran carpa. Los vecinos, atareados, se apresuran con los últimos detalles para que todo esté listo. Mientras, encuentro un bonito rincón para dejar a “Trailera “.
Es todo un placer explorar Campiellos. En este pueblo de 30 habitantes, cuyo número se incrementa los fines de semana, no faltan las posibilidades de alojamiento para todo aquél que quiera acercarse a disfrutarlo pues cuenta con varios Apartamentos Rurales donde Naturaleza, paz y sosiego son todo uno.
A su vez, aquellos amantes del senderismo encontrarán en Sobrescobio todo un paraíso. Aquí se inicia, por ejemplo, la famosa Ruta del Pico la Xamoca.
Sus calles, emiten un remanso de paz y, paseando por ellas, conseguimos alimentar la vista con buenos ejemplos de arquitectura tradicional.
Acompañadas de Curro que, no quiere perdernos de vista, y va abriéndonos camino.
Y no sólo la vista,..
Campiellos sorprende por su gran cantidad de rincones mágicos, por la dulzura del paisaje que le rodea, por sus habitantes y, cómo no, por su carácter rural claramente definido.
El ” cebatu ” aún es bien visible en algunas construcciones.
Otra perspectiva del pueblo.
Desde la parte más elevada, una senda accesible nos llevará hasta un espectacular mirador desde donde divisaremos los pueblos de Rioseco, el embalse, la Polina, Soto de Agues y Villamorey. Los paneles informativos contienen dibujos y textos en Braille. Este sendero es conocido en el pueblo como Camín del Rebollal.
Una ventana a Redes donde poder hacer un expléndido regalo a nuestros ojos.
Asimismo, ocupando una posición privilegiada, la ermita de San Nicolás.
Y no puede faltar la mención a todo un símbolo en Campiellos, su campana, aún en funcionamiento, la cual se utiliza para anunciar diversos acontecimientos: un incendio, una boda,..
Iniciamos ahora, un breve, pero mágico paseo..
Durante él podremos retirar los cerrojos de las puertas de la imaginación rodeados de robles y castaños centenarios, de troncos ahuecados y formas asimétricas que consiguen dibujar una escenografía sin igual. A su vez, estamos en Septiembre y el Parque Natural de Redes empieza a vestirse de gala para el Otoño.
Durante siglos, el castaño tuvo una enorme importancia en la economía rural. Aquí en el Parque Natural de Redes, no iba a ser menos y sus frutos, las castañas, constituían antiguamente una gran parte de la alimentación de los asturianos pues con ellas se elaboraban potajes, harinas,.. y con los restos, se alimentaban a los animales.
Las castañas recolectadas durante el Otoño, además de ser consumidas esos meses, se almacenaban para alargar el tiempo de consumo, en el interior de unos muretes de piedra circulares( las corras o ” cuerrias “) que se construían en los claros del castañero. Para recolectar las castañas ,se vareaban las ramas de los cabornos o se recogían directamente del suelo( las castañas que caían directamente del árbol se las llama ” cañueles” ). Parece ser que era preferible esta forma de almacenamiento porque, en las casas y hórreos de los pueblos, se secaban muy rápido y quedaban ” mayuques ” ( más secas y duras ).
Durante nuestro paseo, pudimos visitar alguna de estas ” cuerrias “.
Y, tras un pequeño retraso aprovechando para fotografiar tan sorprendente lugar, Curro, que se tomó muy en serio su papel de guía de la expedición, dió media vuelta para venir a buscarnos. ” Ya vamos.. Estamos detrás … No te preocupes que te seguimos…”.
Un millón de gracias a Tensi y a Curro por haberme hecho disfrutar de mi visita a este pequeño paraíso de Sobrescobio que, a modo de balcón, se asoma para hacerse ver y enseñarnos sus tesoros.
Campiellos nos abre las puertas de sus pintorescos rincones. ¡Aventurémonos a entrar! .. Os aseguro que será toda una aventura.
Para más información: Ayuntamiento de Sobrescobio ( descargar mapas, planos, alojamientos, bares, artesanos de la zona,..).