8:00 h de la mañana. Ya he desayunado y, con la enorme ilusión que me caracteriza, empiezo a prepararme para ir a explorar con ´Trailera´. En el armario, mi chaqueta de moto aguarda colgada. En realidad, para los que amamos las motos, el hecho de ponernos el traje a la hora de salir a rodar, se ha convertido casi en un ritual. Y es que hablar de una buena equipación motorista es hablar de seguridad y, en ese tema, no hay ningún tipo de recorte posible. Nuestros apurados ritmos de vida nos han orientado, al continuo incremento de las compras virtuales. Recientemente leí que, España durante este año 2.015, ocupó el 4º puesto en cuanto a este tipo de ventas. Afortunadamente, en el sector motero, numerosas tiendas online, ponen a nuestro alcance y el de nuestras monturas, los accesorios y equipación necesaria para que podamos seguir disfrutando plenamente de esta afición que tanto nos une y en la que, ir adecuadamente protegido, no es un lujo, sino una necesidad.
Hoy, el amanecer ha sido de esos que yo catalogaría como ESPECTACULARES. El cielo se vió invadido por un intenso color rojizo en el cual se dibujaban las siluetas de los edificios, primero, y, más tarde, un paisaje enmarcado por valles y montañas.
Por la N-634, el tráfico es escaso debido a la apertura de uno de los últimos tramos de la A-8 en esta zona. Y en Buelna, ´Trailera´ descansa del viaje cerca de un Albergue de Peregrinos que hay instalado en las cercanías.
Mientras camino entre las casas del pueblo, descubro los detalles que esconden sus habitantes. Estamos en una zona de gran potencial turístico donde se trata de llegar a un gran número de personas así que utilizar otro idioma para promocionarse puede resultar una idea bastante efectiva.
Solo tenemos que seguir las indicaciones para llegar a nuestro destino de hoy, el cual, estoy segura que os impresionará.
El acceso es peatonal así que mi compañera de rutas, debe seguir donde la dejé. Con los pies ligeramente embarrados me acerco hasta una oquedad natural que hay al inicio del camino presagiando lo que nos podremos encontrar unos metros después.
Acercarse a Cobijeru, a su importante complejo kárstico, admirar su curiosa playa interior y visitar su ” escondida” cueva que, literalmente, se abre al mar, es una de las visitas que nadie debería perderse. La mejor artista que conozco, la Naturaleza, de nuevo me sorprende en un paisaje tremendamente idílico, donde no es fácil encontrar la entrada a esa cavidad, la cual parece sagazmente, querer ocultarse.
Para la ocasión quise ser precavida y procuré no olvidarme de llevar la llave que me irá abriendo camino en la oscuridad.
Con precaución, camino sobre las húmedas y resbaladizas rocas, algunas de ellas cubiertas con arena. Estoy sola y oigo el ensordecedor ruido de las olas del mar al romper cerca de mí.
Mientras, mi linterna ilumina las diversas formaciones que colonizan este impresionante lugar.
Un lugar situado en el llamado Complejo Kárstico de Cobijeru, el cual fue declarado Monumento Natural por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias. Sin duda, una de las mayores singularidades geomorfológicas de nuestro Paraíso.
Ya va siendo hora de salir al exterior..
La playa está asentada en el fondo de una dolina y cerrada al mar por un acantilado. Las mareas penetran por unas grietas talladas en las rocas(se asemeja a Gulpiyuri) y le confieren ese aspecto de “playa interior”.
Y sigo explorando los puntiagudos e inimitables acantilados llaniscos, donde hoy, este bufón no se ha quedado dormido.
Originado por la erosión, es característico de este lugar, un arco de piedra al que se le conoce como “salto de caballo”.
Hoy ha sido de esas rutas que tanto me gustan donde la Naturaleza impera con toda su fuerza. Un destino, Cobijeru, donde hay que eliminar los cerrojos de la imaginación y dejarla volar, en un concejo, Llanes, del que dicen ” es un lugar de cine”.
Espero que os haya gustado.V´SSSSS.