Sin duda una de mis mejores terapias para quitar ese mal sabor de boca de una mañana no muy productiva es coger a ” Trailera ” y salir a “desconectar”. Esa sensación de libertad, del aire sobre la cara,.. Porque sobre ” Trailera ” la vida se ve desde otra perspectiva y lo que era negro ya no lo es tanto y atrás quedan esas preocupaciones y malestares a los que luego, con calma, haré frente.
El cabo Peñas es el cabo más septentrional del Principado de Asturias, un sitio especial, cercano y en el que, aunque normalmente hay bastantes turistas, uno puede ser capaz de encontrar un rincón para aislarse.
Desde Avilés ruedo por la carretera de la cantera del Estrellín, bastante rota, mucha gravilla,.. Todo por el continuo traqueteo de los camiones.
En la playa de Verdicio, cuyo paisaje ha cambiado por las fuertes riadas del año 2010, hago un alto en mi ruta. Allí conozco a Benjamín, miembro del club motero AKK, a su encantadora mujer y a otro miembro de la familia, Poco, que, como un niño hace caso omiso de las llamadas de su dueño y, valientemente , se da un baño.
Coincidencias de la vida , Benjamín ama las motos y entablamos una divertida conversación. Aparte, aprovechando que le gusta la fotografía, aprovecho para sacarme unas fotos para la revista que AKK sacará en su concentración anual motera el mes de Junio y para la cual me habían solicitado alguna foto en la que apareciese yo. Suelo hacer más fotos a los lugares que visito que a mí misma, así que no tenía ninguna para poder darles. Esta ocasión fue perfecta para ello.
Después de un buen rato charlando, les agradezco su paciencia y pongo rumbo a Cabo Peñas.
Hace mucho viento. Sobre ” trailera” voy contemplando el litoral asturiano y pienso: ¡ Qué suerte tener esto tan cerca !. Llegamos y lo primero que se encuentra uno es el Centro de Interpretación.
Algún turista despistado y algún rezagado aprovechando el buen tiempo.
El lugar es de esos de los que , cuando vas, regresas. Y no es para menos. A un lado…
Al otro…
Imponentes acantilados se alzan dominando un paisaje lleno de encanto en el que uno se siente pequeño.
Es fácil enamorarse de esta zona, una de las más emblemáticas de la cornisa cantábrica. Se ha habilitado una pasarela para facilitar el paseo por este lugar..
Y para los que quieran continuar explorando..
Algún que otro ” mirador “…
Y derroche de belleza por los cuatro costados…
De aquí parte una ruta al faro de san Juan de Nieva.
Suena el teléfono. Me están esperando y es hora de volver… ¡ Qué rápido se me ha pasado el tiempo !.
No ha sido una ruta de muchos kilómetros pero, como tengo más que demostrado, a veces no hay que viajar muy lejos para encontrar un paraíso porque, en Asturias, nos sobran y como dice el slogan : ” Ven, vive el norte “.
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