Emplazado en una vega del desconocido occidente asturiano y muy próximo al río Bárcena, en el tinetense pueblo de Riocastiello, nos espera una visita que, personalmente, calificaría de “dulce” y “artesanal”. De la mano de Tino Gómez, del cual podríamos decir que “se crió entre abejas”, nos adentraremos en un mundo de tradición familiar, iniciativas y, sobre todo, pasión. Y es que basta oirle hablar unos minutos para percatarnos de que adora lo que hace y, lo que es más importante, logra transmitirlo. No nos demoremos más y conozcamos a Tino, a Riocastiello y, desde luego, a nuestras auténticas protagonistas en este relato: las abejas.
Acompañada en esta ocasión de May, otra chica motera y a la que algunos recordareis de nuestra visita al Monasterio de Corias, rodamos por la N-632 o “carretera de la costa” , algo desconfiadas. Un buen trazado pero abundantes zonas sombrías en las que toda precaución es poca, todo ello unido a un intenso frío, hicieron que esta primera fase de la ruta no fuese muy cómoda. Por suerte, a partir de Luarca, la humedad en el asfalto se redujo notablemente, lo cual nos permitió disfrutar del trayecto. Siempre sin dejar de lado, las impresionantes vistas que nos acompañarán en esta zona como telón de fondo.
Dejamos atrás pueblos como Naraval o Navelgas, que fue elegido Pueblo Ejemplar de Asturias en el año 2.003 y, a escasos kilómetros de Bárcena del Monasterio, una estrecha y arbolada carretera nos conducirá hasta nuestro destino de hoy.
No tenemos pérdida pues está bien señalizado.
Aún queda más de una hora para la cita con Tino por lo que reponer fuerzas no estaría nada mal. Y fue así de esta manera como conocimos a Elena, la cual durante 52 años lleva regentando un bar-tienda en el pueblo de La Mortera. Es de esos que te hacen sentir “como en casa” y que tanto escasean.
Miramos nuestros relojes y ya es la hora. No queremos hacer esperar a nuestro guía y, ansiosas por descubrir lo que la tarde nos deparará, fugazmente, estamos de nuevo en Riocastiello.
Tino sale a recibirnos y es que el ruido de nuestras motos ha enturbiado la paz de un valle, hasta ahora silencioso. Nuestra llegada al pueblo difícilmente pasaría desapercibida. Un lugar donde la armonía y el relax van de la mano.
Tomando un café en su casa, destapamos la primera fase de nuestra visita y, familiarmente, nos habla sobre sus inicios en la apicultura. Unas raíces heredadas que se remontan al año 1.843. Cuando su padre comenzó con problemas de alergia, él se hizo cargo de las colmenas y desde entonces han pasado los años y hasta hoy. Al mismo tiempo, nos abre las ventanas de su casa para enseñarnos el paraíso en el que se elabora la miel del Castro, tan artesana como natural.
“Del monte al frasco”nos comenta. Nada artificial, sin aditivo alguno. En fín, la miel de Tino. Un hombre que con sus palabras y sus infinitos conocimientos sobre la apicultura está haciendo de nuestra tarde algo muy didáctico y entretenido, desde luego. En un pequeño recorrido por las” instalaciones de un apicultor “, nos enseña varias colmenas que se llevarán con posterioridad al monte y unos cuantos panales, los cuales no pueden quedarse alli por el alto riesgo de ser destrozados.
Él mismo fabrica la cera y las desparasita. Para May y para mi todo esto es nuevo y nuestros oídos se centran en las explicaciones de Tino al que observamos con atención plena y avasallamos a preguntas. Comienza aquí, la segunda parte de nuestra visita: ir a conocer a las abejas a su territorio. Por supuesto, sin olvidarnos de llevarles su comida, la glucosa (agua y azúcar).
Muchas historias, mucha información,..y mucho interés por nuestra parte en aprender. Curiosamente, la moto para nuestro anfitrión, ha sido todo un descubrimiento. El poder meterse por estos montes con ella, le alivia el trabajo. Así que subidas en nuestras monturas, seguimos su Rieju Tango 125 adentrándonos en el Tineo profundo por caleyas donde el tráfico es nulo y las vistas insuperables.
Un paraíso para cualquiera. Y si no, que se lo digan a ellos,..
Por unos segundos, paramos y nos indica que en su cortín de la Fanosa tiene 40 colmenas (de las 160 del total) pero que desde la carretera no podemos verlas pues están escondidas por la vegetación. Hasta ellas la moto no llega pero, un pequeño paseo sería hasta de agradecer.
Ya en el cortín del Curión, la vista se pierde en el horizonte.
Nos explica que al fondo hay una zona en la que se inicia la “ruta de los pueblos abandonados “. Es una lástima que toda esta zona asturiana sea tan desconocida con el enorme abanico de posibilidades que nos oferta. Esperemos ir remediándolo poco a poco. Estamos ya en el cortín,..
Donde los carteles avisan de su presencia.
Abunda la “calluna” en esta zona y, puede crecer a ras de suelo o, llegar a porte arbóreo. Es destacable la calidad de la miel que se obtiene del néctar de sus flores. Además de gozar de cualidades terapéuticas.
Antes de entrar, Tino, que conoce a sus abejas y ellas a él, las observa. Ya se han percatado de nuestra presencia pero no se ve mucho movimiento y nos da el visto bueno para acercarnos.
Es hora de protegerse y ponerse la careta May,..
Por las “piqueras”, orientadas siempre al sur, entran y salen las abejas a sus anchas aunque, afortunadamente, muy pocas en esta ocasión.
Desde el cortín, las vistas siguen siendo impresionantes. No podrían trabajar con otras mejores, desde luego.
Hace 3 años surgió la iniciativa APADRINA UNA COLMENA, que comenzó siendo algo reducido a un grupo de amigos y familiares pero que, poco a poco, y através del mejor medio de información que conozco, el boca a boca, se ha ido extendiendo a otros lugares de España. Así, algunas de éstas, están apadrinadas por gente de Madrid, Andalucía,.. Por el módico precio de 10 euros cualquier persona puede apadrinar una de sus colmenas, de la cual recibirá 2 kilos de miel y un seguimiento de la misma a través de internet que Tino personalmente se encargará de proporcionarles. Una iniciativa que está cogiendo gran auge y, de hecho, ya hay lista de espera para la siguiente temporada (para apadrinar colmena, ponerse en contacto con Tino Gómez y María, su mujer, la otra mitad de esta iniciativa, en el siguiente enlace:www.mieldelcastro.wix.com). Se pretende contribuir a mantener la apicultura y el importante valor ecológico que las abejas tienen para la vida de las personas. De esta forma se acerca la labor del apicultor a la sociedad, una labor importante para la biodiversidad.
Mientras, allí seguimos May y yo con nuestras caretas puestas, observando y preguntando y.. preguntando, de nuevo, a la vez que nos destapa alguna.
Más cerca aún,..
Lo que come una abeja en sus primeros dias de vida definirá su actuación posterior: si será una reina, un zángano o una obrera. La reina es de un tamaño algo mayor y va acompañada de su “séquito”. Su importancia es tan enorme que sin ellas, no existiríamos. Un 75% de la flora silvestre se poliniza gracias a su actuación. Sin ellas, no habría plantas, sin éstas no existirían los animales herbívoros y, sin éstos, los carnívoros tampoco, por lo que al hombre le quedarían muy pocas posibilidades de sobrevivir.
Continuamos con nuestra ruta, siguiendo a la Rieju 125, y vamos a visitar ahora el cortín que da nombre a la miel, el del Castro. Por un sendero perfectamente acondicionado, vamos escuchando las explicaciones de nuestro guía acerca de las especies que nos rodean (muérdago entre ellas,..).
Es el más antiguo de los cuatro y en él encontraremos alguna colmena con más de 70 años, fabricada ya por su padre.
Y, mientras que el cortín del Curión, con sus 35 colmenas, podrá recibir otras 7 en breve, en éste ya no hay sitio para más.
Un colofón a nuestra ruta de hoy que, sin duda, recordaré como una de las más dulces. Porque escuchar a Tino hablar de sus abejas es escuchar Naturaleza. Sus palabras denotan pasión por un mundo indispensable para todos. Gracias por tu tiempo y por compartir tus conocimientos con nosotras. Ha sido todo un placer conocer Riocastiello, a ti y a tus abejas. Soy una persona que siempre está dispuesta a aprender porque, cuanto más lo hago, más cuenta me doy de que no sé nada. Has hecho de una visita cualquiera, una visita muy especial. Y desde luego, gracias a Loli GR de la página ” Retratando la Vida ” porque fue la que nos puso en contacto.
Esperemos poder haber ayudado a encontrar mas padrinos a esas colmenas a través de esta crónica. Yo, desde luego, no me voy sin probar la miel del Castro. ¿Y vosotros?.
Espero que os haya gustado.V´SSSSS.
Enlaces de interés: www.mieldelcastro.wix.com