Un concejo que no ha dejado de sorprenderme desde que realicé aquella Ruta de la Escanda que me dejó impactada por las impresionantes vistas de los valles del Cubia y del Narcea que fui disfrutando durante gran parte del trayecto. En varias ocasiones, después de alguna de mis visitas a los Puertos de Marabio, eché una mirada hasta esta torre que hace que el pueblo de Villanueva no pase desapercibido para nadie. Al abrigo de la AS-311, su torre medieval se entremezcla con un paisaje rural del que no apetece desprenderse.
Una tarde de Sábado de esas en las que la lluvia puede o no hacer acto de presencia, aunque estando en Asturias estamos más que acostumbrados a que si no salimos con ella, nos pille durante la ruta. En este caso, el seco asfalto comenzó a humedecerse ya en las cercanías de Grado, muy próximo a nuestro destino de esta semana. Fran, muy optimista, afirmaba que no, que no nos mojaríamos y la verdad es que, aunque cayeron unas gotas, apenas lo hicimos. Se sorprendió cuando me desvié hacia Villanueva y es que, aunque es difícil no verla, normalmente es más un lugar de paso que de parada. Algo a lo que yo quise poner remedio.
Una pequeña área recreativa nos recibe a la entrada.
Y junto a ella, discurren caudalosas las aguas del río Cubia. Entramos en el pueblo y nuestro primer objetivo es el palacio y su torre. Aunque parece que Fran se ha pasado de largo y tuvo que subir a dar la vuelta. No pasa nada, pues en breve nos dirijiremos hasta la parte alta dando un paseo para poder contemplar mejor los alrededores de este bello rincón.
Frente al edificio, un cartel informa de las características, fecha de construcción,… de la torre y lo que se conoce como “el palacio”. Dicha torre forma parte de un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. Ese torreón del S.XV, de planta cuadrada y casi 7,5 metros de altura (originariamente de 5 pisos con un total de unos 20 metros), se ha convertido en una de las torres más elevadas de Asturias. En el S.XVIII, se construyen las construcciones adosadas a la torre constituyendo lo que conocemos como “El Palacio”.
Nuestro interés por poder entrar a conocerlo hace que realice una llamada a la Oficina de Turismo de Grado(Telf: 636 90 90 88 / 985 75 30 73). Desafortunadamente es privado por lo que si se da la casualidad que , con buena educación se les pida a las personas que allí habitan que si se puede entrar, igual tenemos la suerte de poder ver algo. Este fue nuestro caso, en el que una señora muy amable nos dejó entrar al patio para poder fotografiarlo. Siempre digo que “con educación se llega a todos lados”.
Más que satisfechos por haber podido entrar, por lo menos, ahora sí. Ahora en una corta caminata nos acercamos a la parte más elevada del pueblo.
Un paseo en el que si echábamos la vista atrás, la torre seguía dominado un paisaje verde en el que se imponía su condición defensiva de antaño.
Y donde nos resultó muy fácil hacer amigos…
Si es que dicen que todo se pega y parece que no soy la única a la que le gusta explorar..
Desde aquí arriba todo se ve diferente pero el silencio es el mismo que disfrutamos junto al Palacio. El entorno nos rodea con una afable naturaleza que nos desconecta del ensordecedor ruido del tráfico.
En el viaje de vuelta tomé la decisión de rodar por una carretera que me encanta y que enlaza Santoseso con La Peral, la AS-315. Fran estaba encantado con la zona y fue inevitable no parar a contemplar tal paraíso.
En realidad, si tuviéramos que parar cada vez que nos gustara un lugar, estaríamos haciéndolo cada poco porque si de algo somos afortunados, es de tener lo que tenemos tan cerca. Espero que os haya gustado.V´SSSS.
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