Un domingo cualquiera del mes de Noviembre, mi “Trailera” y la compañía perfecta parecían ser los ingredientes esenciales que auguraban que aquél día sería un día mágico y digno de recordar. Un concejo, Caso, repleto de impresionantes rincones y un lugar al que llegamos “sin rumbo”, sin planes, simplemente, sin más: Bueres.

 

 

La gasolinera de Barros, en La Felguera, fue el punto de encuentro en esta ocasión. Un tranquilo café junto a mis compañeros marcaba el inicio de una ruta motera que vendría marcada por la diversidad de lugares que visitamos, a cada cual más paradisíaco. Por un lado, estaba Carlos, al que muchos conoceréis por anteriores viajes y que, siempre que puede, se apunta a explorar la tierrina y, por otro, estaban Ana y Tino(Tinosyn), una de esas personas entrañables en este mundo de las dos ruedas del que poco más y podríamos decir que prácticamente aprendió a andar en moto antes que a caminar. Querido y admirado por muchos moteros, entre quienes me incluyo, fue todo un lujo ser invitada por él a esta ruta hacia uno de esos rincones del asombroso parque Natural de Redes.

Nuestra primera parada fue el Embalse de Rioseco, formado por el río Nalón, el cual había estado acompañándonos, bastante silencioso, mientras rodábamos por la AS-17. Allí pudimos visitar el monumento a los vecinos de Sobrescobio, cuya comunidad vecinal fue elegida Pueblo Ejemplar en el año 2.009.

 

 

 

Como si de turistas de otro país nos tratáramos, fotografiamos el lugar una y otra vez,…Aunque, por lo visto, unos más que otros,…

 

 

 

Y no era el único,…

 

 

 

Ellos tampoco se quedaron sin su foto,.. Es lo que tiene estar expuesto a tanta cámara,..

 

 

Soto de Agues nos esperaba y, gracias a Tino, que nos llevó al que él apoda como  “su rincón”, pudimos contemplar una de las vistas más impactantes del pueblo,… Una imagen vale más que mil palabras, sin duda,..

 

 

 

El paraíso existe, lo tenemos en casa,…  Y, aunque estábamos rodeados de Naturaleza, encontramos bastante tráfico para las circunstancias,…

 

 

 

Hubo tiempo para el buen humor y las risas,…

 

 

E incluso para hacer nuevas amistades,…

 

 

Lo ideal de viajar con alguien que conoce la zona es que siempre acaba uno en lugares en los que, seguramente, no pararías si fueras en solitario. Escondites como éste, que Tino quiso enseñarnos y compartir con nosotros. Rincones que la Naturaleza guarda celosamente y que pudimos disfrutar mientras sonaba de fondo el sonido del agua del río,…

 

 

 

 

Seguimos rodando hacia Bueres disfrutando de los colores del otoño,.. Los árboles se visten de tonos rojizos, amarillos, ocres,… Todo un placer para los sentidos que pudimos apreciar, como no podía ser de otra forma, sobre nuestras motos,…

 

 

Bueres nos acoge entre humos de chimeneas y olor a madera,.. Atrás quedaron aquellos veinte grados con los que salimos de La Felguera y los nubarrones dan paso a un frío que se nos mete por el cuerpo y que logramos calmar gracias a un buen plato,…

 

 

Un cielo encapotado, oscurecido por una intensa negrura, no consiguió quitar importancia alguna a un lugar en el que las puertas del paraíso se abrían para descubrirlo en todo su esplendor,…

 

 

 

 

 

 

 

Encontramos numerosos ejemplos de arquitectura popular,…

 

 

 

 

Y algún que otro detalle de esos que tanto me enamoran,…

 

 

 

 

Tejados que nos sirven de auténticos miradores,…

 

 

 

Recovecos que, sin saber porqué, grabamos en nuestra retina a modo de fotografía eterna,…

 

 

 

Notas de colores que alegran el ambiente,…

 

 

Y los guardianes de un entorno fascinante que ha conseguido cautivarnos simplemente con su belleza,..

 

 

 

Según un famoso dicho: ” La vida está hecha de buenos momentos”. Aquellos que nos hacen seguir adelante, tener ilusiones, en fin, vivir. Cuando mezclamos nuestro amor por la moto y la compañía de personas como las que me han acompañado en esta ruta de hoy, la mezcla se vuelve tan explosiva que el resultado sólo podría dar lugar a días como el de hoy. Gracias a Ana, a Carlos y a Tino por haber formado parte de él y, por supuesto, por hacerme ver que no son realmente los lugares en sí los que son importantes, sino más bien con quien tienes la suerte de compartirlos y disfrutarlos. Deseando repetir en breve,….. V´SSSS.