Este sorprendente concejo guarda tesoros tan bellos como este pequeño pueblo al que uno llega intencionadamente y es que Lindes, no es un lugar de paso. Desde aquí, donde el asfalto llega a su fin, los amantes de la Naturaleza podrán alcanzar el espectacular Hayedo de Lindes y, los más intrépidos, subir hasta los imponentes Puertos de Agüeria.
Siempre rodeados de montañas y, en esta ocasión, de cumbres poco nevadas.
Era principios de febrero y hacía mucho frío…La carretera estaba húmeda y en las casas, trataban de apaciguar esa situación de la mejor manera posible. Las chimeneas humeaban a más no poder..
Aunque alguno ni se inmutaba, ni por el frío ni por mi presencia..
Sin embargo a otros, la situación parecía enfurecerles..
Estaciono a “Trailera”junto a la iglesia de Santo Tomás.
Junto a la cual me tomé un caldo caliente para entrar un poco en calor. No tardo en levantarme y comenzar a recorrer Lindes, por supuesto, siempre controlando a mi compañera de rutas.
Las puertas están cerradas. Solo se oye el silencio..
Los caminos están vacíos..
No imaginaba encontrarme uno de estos aquí, la verdad..
Poco a poco, decido alejarme para obtener una panorámica distinta del pueblo..
Un poco más..
Por momentos, el frío se intensifica.. Va siendo hora de volver…. En esta ocasión, a casa.
Espero que os haya gustado.V´SSSS.