En esta ocasión nos desplazaremos hasta uno de los concejos más extensos del paraíso asturiano: Aller. Nuestro punto de partida se encuentra en Avilés, la Villa del Adelantado, donde siempre podréis pasaros por Outlet Pasión Motera, a visitar a Ángel Abelleira Arce, la persona que lo regenta, quien con una profesionalidad exquisita y trato inmejorable, os asesorará en vuestra búsqueda en la equipación necesaria para vuestros viajes.
Sin duda, un buen inicio de ruta.
Como lo mío es escapar de carreteras habituales, para subir el mítico Alto de la Miranda os propongo un pequeño desvío que, seguramente, repetiréis una vez que hayáis decidido rodar por ahí una primera vez. Os alejaréis del tráfico de la AS-17 si subís por Campañones, en el concejo de Corvera, donde, a vuestra izquierda os quedará el área recreativa en una empinada subida por una estrecha carretera de asfalto impecable.
El paisaje no tardará en abrirse ante vosotros y, en él, se dibujarán las diferentes tonalidades de verdes en las montañas nevadas como telón de fondo. La primavera está llegando y eso se hace notar.
El viento era intenso y “Trailera” se zarandeaba de un lado a otro sin que ello afectara a mi disfrute y, poco antes de llegar al cruce que me llevará de nuevo a la AS-17, la iglesia de San Miguel de Villardeveyo, ya en LLanera, me regaló una bella estampa. Su fundación se atribuye a Alfonso XII. Fue reconstruída en 1884 y, tras los avatares de la Guerra Civil nuevamente reformada.
Antes de subir al pueblo protagonista de esta crónica decidí, sobre la marcha, visitar un lugar al que, por muchas veces que he ido, nunca deja de impresionarme: las Foces del Río Aller, a las cuales accedo desde Collanzo por la AE-6 durante la cual rodé 8 kilómetros atravesando los pueblos de Cuérigo, Llamas o Casomera.
No recuerdo cuántas veces habré estado aquí pero, sin duda, siempre es un buen lugar al que volver.
Vuelvo sobre mis pasos y en Levinco, por una ascendente carretera me desvío hacia Pelúgano, un lugar que llevaba demasiado tiempo en mi lista de “pendientes”. Desde aquí se inicia la subida a la mítica Peña Mea, la cual espero poder alcanzar en breve.
Gracias a mi amigo Cuco Manzano, una persona muy querida por todos los moteros y amante de la Naturaleza, por cederme estas fotos de ese lugar mágico que, sin duda , se ha convertido en todo un referente de la montaña asturiana: Peña Mea donde, no cabe duda que lo más llamativo es el “ojo de buey”.
Vistas desde la cumbre hacia el Valle del Nalón
Situado entre unos 570 y 640 metros de altitud, Pelúgano se encuentra a unos 5 kilómetros de Cabañaquinta, capital del concejo. En el Barrio Cima, se encuentra la iglesia de Santa María La Real, de finales del S.XVII y reconstruida en 1843.
A ella accederemos por una empinada carretera y en lo alto, hoy demasiados vehículos de los cuales descienden numerosas personas ávidas de explorar el paraíso a pie.
Desde aquí, las vistas son realmente impresionantes.
Mi compañera de rutas aguarda junto a la plaza y es hora de bajarse de la moto.
Bajo mis pies, sin saberlo, un reloj solar.
Hoy hace sol y no creo que los necesitemos pero esto es Asturias y nunca está demás llevarlos encima.
Estamos en Barrio Baxo, en el que hay una capilla dedicada a San Pedro y un ejemplo de casona de los S.XVII Y S.XVIII, la Casona Posada Solís o de Doña Urraca.
En nuestro paseo podremos encontrarnos numerosos ejemplos de arquitectura tradicional muy bien conservados.
No es hora de sentarse aún sino de caminar y explorar.
Es fin de semana pero nadie juega en sus canchas.
El hambre aprieta y el estómago no perdona. En la plaza del pueblo repongo fuerzas para continuar ruta por este concejo impresionante.
Si es que no hay más que mirar a nuestro alrededor y su entorno para descubrir las maravillas de sus parajes.
Estar en Aller y no visitar a Finita de Nembra no tendría sentido, así que, sin más demora, me fui hasta su casa para poder verla y darle ánimos ante esta situación complicada para todos.
Si es que no puedo con ella…Una semana aquí y tendría que cambiar de talla de traje de moto.
Aller es diferente, es único. Un concejo extenso repleto de maravillas que descubrir. Dejamos a Finita y sus vecinos y nos vamos, en moto, ¡a por nuestro siguiente destino!!.
Video de la ruta: