En primavera la sangre altera y aumentan las ganas de salir a rodar en moto y más aún en un día tan soleado como lo fue aquél. Esto es Asturias y los hay contados así que hay que aprovecharlos. Después de haber hecho una pequeña parada en el pueblo de Monasterio del Coto en Cangas del Narcea, ascendí el Pozo de las Mujeres Muertas desde el cual las vistas eran impresionantes.
En el descenso hacia San Antolín de Ibias, divisé un pequeño molino próximo a la carretera y junto al río Aviouga. No dudé en hacer una pequeña parada para visitarlo.
Estaba cerrado y no podía acceder hasta él pero algo se podía ver desde el exterior.
Nada de tráfico y solo se oía el sonido del río.
No tardé en llegar hasta Cecos, pueblo del concejo de Ibias ubicado a 289 metros de altitud.
Desde él, salen numerosas pistas de senderismo con lo cual el visitante no tendrá excusa para no aburrirse.
Está considerado como uno de los pueblos mágicos de España. Así que no nos demoremos y entremos para descubrirlo.
Mi compañera de ruta me esperó a la entrada del pueblo. La primavera se hacía notar en el ambiente y las flores rebosaban alegres en el paisaje alardeando de sus colores.
En las inmediaciones de la carretera AS-348, su origen se remonta al S.X. Entre Cecos y San Antolin se ha señalizado una ruta conocida como Senda del Oro, que pasa por antiguas explotaciones romanas. Su puente es de origen medieval pero muy reformado y desde él, obtendremos unas preciosas vistas del pueblo.
Su iglesia, del S.XVI, con pórtico, está dedicada a la Virgen de la Asunción.
Algunos no abren sus ventanas .
Otros son buenos previsores.
Y, como de costumbre, amigos “peludos” en mis exploraciones por el paraíso vienen a recibirme al llegar.
Rincones del paraíso.
No nos faltará un lugar en el que informarnos para conocer más a fondo este desconocido lugar.
Y, aunque muy próxima está el área recreativa, el discurrir del agua del rio Ibias invitaba a quedarse allí en el pueblo en el que, de casualidad, encontré mi comedor de ese día con vistas a él.
Y no me fui de allí sin esperar unos minutos mientras pensaba en lo afortunada que era por poder disfrutar de un pequeño rincón del paraíso en compañía de la naturaleza.
Cecos enamora a quien se acerca a visitarlo. ¡Descubre su magia y anímate a descubrirla!.