El inicio de la Semana Santa ha dado el pistoletazo de salida y Asturias, con su enorme atractivo, se llenó de turistas. En esta ocasión nos desplazamos en moto hasta el concejo de Teverga para conocer uno de esos muchos lugares “de paso”, en este caso hacia el mítico puerto de Ventana en donde haremos una pequeña parada en Páramo(Parmu)para conocer su escondida belleza.
Ubicado a unos 820 metros de altitud y a orillas del río Valdesampedro, Páramo se encuentra a unos 10 kilómetros de La Plaza, capital del concejo. Llegué al lugar cuando eran poco más de las 12. El calor hacía acto de presencia y mi “Trailera” quedó estacionada a la entrada del pueblo, a orillas de la AS-228. Frente a ella, unos carteles nos daban la bienvenida así como de algunas advertencias y del trazado de la Ruta del Camín Real de Ventana “La Congosta”.
El Privilegio ocupa el área comprendida entre el Desfiladero de Estrechura hasta el Puerto de Ventana, surcado por el rio Páramo y la carretera AS-228 que va desde Trubia al Puerto Ventana. El título de “El Privilexu” fue concedido por el monarca Bermudo III en el S.XI en agradecimiento a los favores de un vecino a Alfonso V. Esta distinción eximía a los lugareños de pagar tributos y además debería ser considerado territorio libre y noble, solo con la única condición de que se celebrase una misa cada año en memoria de Alfonso V.
Hoy en día elementos como la Casa Museo de La Villa o el el conjunto etnográfico de la Foceicha recuerdan la importancia de este lugar. No podemos dejar de nombrar unos asentamientos peculiares que se encuentran en zonas de pasto de verano y que son las famosas “Brañas”, como las de Navariegas y las Cadenas, incrustadas en el paisaje formando un paraje singular, junto con cascadas naturales, como la del Xiblu y majestuosos bosques como el Robledal de La Congosta y el Hayedo de Montegrande.
Tocó bajarse de la moto y recorrer el pueblo.
El entorno es, sencillamente, idílico. Sobre los tejados asomaban las moles calizas recalcando la grandiosidad de una belleza inimitable en el paraíso asturiano.
Su iglesia está dedicada a San Justo y frente a ella un enorme texu.
Y detrás de ella..
Apetecía beber un poquito de agua con tanto calor, no lo puedo negar la verdad.
Siempre hago amigos en mis rutas por el paraíso y en esta ocasión no iba a ser diferente.
Algunos niños planeaban salir un poco más tarde a jugar sentados en una escalera y, de fondo se oía el sonido del río y alguna moto pasar.
Algún ejemplo de arquitectura tradicional durante el paseo.
Y continué mi ruta dejando atrás Páramo para culminar Ventana y pararme en su mirador, en ese día con bastante presencia de gente.
No dudé en utilizar aquél lugar de comedor.
Para finalizar el día con un broche de oro descansando en la Laguna de Lago de Babia.
Descendí el puerto de Somiedo para regresar a casa y me puse manos a la obra para poder seguir buscando nuevos rincones por el paraíso.