Cualquier día es propicio para salir a explorar el paraíso asturiano y, si es en buena compañía, mejor aún. Aquella tarde, mi compañero de ruta fue Alberto, un miembro del Silver Reader Motoclub que logró convertir aquella salida en un momento inolvidable que, por supuesto, merece ser plasmado en este blog.
Nuestro destino se ubica en pleno parque Natural de Redes, a unos 650metros de altitud en el valle del río Quexadoiru y enmarcado en el impresionante concejo de Caso.
A la vera de la AS-117, muy próximos de la capital, Campo de Caso, hicimos nuestra primera parada en el Monumento Natural Cueva Deboyu.
Allí pudimos disfrutar del siempre agradecido silencio que muchas veces solo nos ofrece la naturaleza y que nos ayuda a evadirnos del estrés diario y de nuestras rutinas.
Y, a poco más de medio kilómetro desde el pueblo de Soto, llegaremos hasta Belerda. Allí finaliza la carretera y, a su vez, se inicia la visita a un lugar mágico de esos a los que el visitante tiene que ir intencionadamente.
El calor apretaba y Alberto decidió sofocarlo bebiendo de la fuente de saludable agua que nos encontramos al inicio del pueblo.
Y mientras, nuestras motos quedarían estacionadas para que, mediante un pequeño pero provechoso paseo pudiéramos disfrutar de la belleza de un idílico y desconocido rincón asturiano.
Llama la atención lo bien conservados que se encuentran los ejemplos de arquitectura popular.
No éramos los únicos en Belerda pero sí parecía que a alguno le aborrecía levantarse ante nuestra presencia.
Y, otros, aunque quisieran unirse a nuestro paseo, no podrían seguirnos el ritmo.
Aunque los más atrevidos pueden dedicarse a realizar alguna caminata más larga porque tienen muchas y muy buenas opciones.
Rodeado de montañas, Belerda se muestra como una pequeña joya por pulir en el que la paz y la tranquilidad se entremezclan con la cercanía de la capital del concejo.
Rincones que me enamoran como éste son fáciles de encontrar.
Y sobre nuestras motos abandonamos un pueblo del que solo puede decirse que, una vez que lo conoces, seguro que regresas a él porque, sin duda el visitante quedará impregnado de una magia que solo Asturias posee. Bienvenidos al paraíso y ¡nos vemos en la siguiente ruta!.