Ante la imposibilidad, por cuestiones laborales, de asisitir a las visitas guiadas durante los Domingos de los meses de verano organizadas por la Oficina de Turismo de Aller, donde ofertaban la posibilidad de enseñarnos esta joya del Románico, Celia, una de las responsables, se ofreció a enseñármela un día por semana. Así que un Viernes, de principios de Septiembre, quedamos a las 16:00 horas delante del Santuario.
No quiero llegar tarde así que intento estar allí con tiempo suficiente. Buen momento para aprovechar y fotografiar su espléndido aspecto exterior. Fue Carlos Domínguez, un amigo, a través del cual conocí este lugar y, a él, le agradezco el que me haya informado de su existencia. Nunca está demás que a una le ayuden a encontrar sitios para explorar y, éste, sin duda, es uno de ellos.
Llama la atención el revoque utilizado en el exterior para enmascarar la pobreza de la mampostería que hay bajo él. Sólo se utilizó la piedra en las esquinas y en la espadaña. Las vistas del valle desde esta dominante posición, sería una de las causas por las que se construyó precisamente una iglesia en este lugar. Además, se sabe que pasa por aquí un trazado secundario del Camino de Santiago. Realmente, es un perfecto balcón al que asomarse.
Al otro lado, Asturias empieza a engalanarse para el otoño. Aún muy tenue pero que irá, poco a poco, cogiendo fuerza y esparcirá un importante valor cromático en montañas, árboles y praderías.
Ocres, amarillos, marrones,.. empiezan a hacer acto de presencia en el paisaje asturiano dejando de lado a las diferentes tonalidades de verdes. El cuadro del otoño empieza a pintarse y su autora es, sin duda, la mejor artista que conozco: la Naturaleza y, nosotros, sus espectadores. Sigo explorando el entorno y, mirando el reloj, me doy cuenta de que la hora del encuentro se acerca.
No quiero perderme detalle y todo llama mi atención.
No pueden escaparse a nuestros ojos los canecillos exteriores..
Oigo un coche llegar. Celia, con gran puntualidad, acude a nuestro encuentro y, tras presentarnos brevemente, iniciamos el recorrido interior por esta maravillosa joya la cual presenta tantísimos detalles a destacar que, ante la imposibilidad de hacer referencia a todos, citaré sólo algunos a modo de guía para que , tras conocerlos, os animeis a conocer el resto en estas visitas guiadas.
San Vicente de Serrapio data del S.XIII, pero fue construída sobre otra prerrománica fundada en el S.IX por el presbítero Gagius como indica la lápida fundacional encontrada en sus inmediaciones. Presenta planta con tres naves rematadas con cabecera de tres ábsides, circular en el centro y rectos en los laterales y fue declarada Monumento Histórico Artístico el 15 de Noviembre de 1.983. Destaca la decoración de los ábsides.
Un arco de medio punto se apoya sobre dos pares de columnas decoradas y amplio basamento que se extiende por las capillas laterales. Los capiteles historiados son dignos de mención, sin lugar a dudas y están protagonizados por grifos, sirenas, basiliscos,.. Habiendo estudiado Historia, como estudié en la Facultad del Milán, y siendo una apasionada del Arte, recordar mis tiempos de alumna a través de ésta terminología me trae muy buenos recuerdos. Compañeros a los que, 17 años después, sigo reencontrando cada año. Cada uno con su vida pero, a la vez, unidos por nuestro amor por la Historia.
Adosada al muro norte se encuentra la sacristía que alberga varias lápidas votivas, entre las que destaca la dedicada a Júpiter por los clanes astures de los Arroedinaecos y Coliaciones hallada en el altar mayor en 1.830, y una fundacional.
El tiempo pasa y.. ¡Qué rápido pasa cuando uno está a gusto!. Sin darme cuenta ya me estoy despidiendo de Celia a la cual le agradezco enormemente la atención prestada en esta visita a un hermoso lugar de un concejo, del que me reitero una y otra vez, tiene maravillas para enseñarnos.
Espero que os haya gustado.V´SSSSS.
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