El conocer que todavía hoy, después de más de ciento treinta y cinco años en que Koch descubrió la mycobacteria (1882) causante de la enfermedad, la tuberculosis está aún presente y es capaz de infectar a nueve millones de individuos en el mundo y de matar a más de un millón y medio de personas en un año , nos debe hacer reflexionar , puesto que estas enfermedades al igual que la malaria o el SIDA si no exclusivas de paises pobres, es en ellos donde se dan las mayores tasas de prevalencia.
Recuerdo en mis años de comienzo del ejercicio de la medicina allá por los años 70 del siglo pasado, como esta enfermedad alcanzaba tasas muy elevadas en nuestro pais y de forma especial en poblaciones de riesgo como eran los paciente que tras haber trabajado en minas de carbón durante años presentaban silicosis, No era nada infrecuente si no más bien lo contrario diagnosticar silicocotuberculosis entre pacientes con Fibrosis Masiva Progresiva en el contexto de neumoconiosis complicada, por los años setenta y cinco en el Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo se alcanzaban tasas de casi cincuenta casos por cien mil, años más tarde en los ochenta y noventa en el Hosptala de Jove publicamos datos sobre esta enfermedad con cifras en torno a treinta por cien mil. Asistimos hoy a un descenso significativo tanto a nivel nacional como en Asturias estando en torno del 16 x 100.000. En ello ha influido un mejor estudio de contactos en torno al caso índice con la consiguiente y adecuada profilaxis asi como el acortamiento y mayor eficacia de los tratamientos lo que ha llevado a mejores tasas de cumplimentación. Baste recordar como se pasó de los diez y ocho meses de tratamiento con la Estreptomicina PAS ( ácido paraamino salicilico ) e Hidrazidas a tratamientos de nueve meses y ultimamente de seis meses con drogas tan potentes como eficaces como la Rifampicina, la Isoniacida, la Pirazinamida y el Etambutol .
En fin recordar hoy en el día mundial de esta enfermedad que en absoluto debemos bajar la guardia, pues es la propia reinfección por activación de gérmenes durmientes presentes en algunos pacientes durante años, los que tras mecanismos de agresión que nuestro organismo puede sufrir por cirugia, embarazo, otras infecciones, anemia etc, se activan y producen la enfermedad.
Cuadros que parecen simples catarros que duran en el tiempo y que no acaban de curar deberian ser estudiados.