La preocupación por el uso excesivo de los inhibidores de la bomba de protones (IPP) ha estado creciendo, con estudios que demuestran una ausencia de indicación continua entre el 40 y el 55 por ciento de los pacientes de atención primaria en los Estados Unidos y el Reino Unido
Suspender los IBP sin embargo, puede ser difícil y las nuevas directrices publicadas en Canadian Family Physician tienen como objetivo ayudar con las decisiones sobre cuándo y cómo reducir la dosis de o detener los IPP.
Las pautas recomiendan que la dosis diaria de IBP se reduzca o se detenga y cambie al uso bajo demanda para adultos con síntomas de reflujo que hayan completado un curso mínimo de cuatro semanas de tratamiento con IBP en la resolución de los síntomas gastrointestinales superiores (GI). Alternativamente, un antagonista del receptor de la histamina-2 (H2RA) puede ser considerado como una alternativa a los IPP.
Para aquellas personas con síntomas de GERD (reflujo gastroesofágico) o GI de leve a moderado que no presentan síntomas continuos, las pautas indican que la reducción de la dosis de un PPI no conduce a una recaída significativamente mayor en comparación con el tratamiento continuado con una dosis estándar.
Tanto la terapia bajo demanda como el abandono de la terapia con H2RA aumentan el riesgo de recaída de síntomas más que la reducción de la dosis.