En ocho de cada diez casos con sospecha de disnea por problemas cardiacos, soplos y arritmias, la ecografía permite un diagnostico concluyente y evita pruebas complementarias, según el director del Centro Diagnóstico Cardiovascular de Barcelona y especialista en imagen cardiaca, Artur Evangelista.
Además, “en el 20% de los casos restantes, ofrece información fundamental para orientar al clínico sobre los siguientes pasos o las pruebas complementarias a realizar”, ha explicado este especialista.
Por ejemplo, la mitad de las consultas con sospecha de problemas cardiacos acuden a las consultas médicas por disnea, sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
En este tipo de pacientes ambulatorios, la ecocardiografía es la prueba de “primera elección no solo para poder diagnosticar si el problema es de origen cardiaco”. Asimismo, se usa para poder cuantificarlo y así poder empezar a tratarlo lo antes posible.
De igual modo, señala que se trata de una “prueba que permite realizar un diagnóstico preliminar en menos de 5 minutos, no emite radiación y se puede instalar en la propia consulta del cardiólogo”.
Todo ello, hace que sea la prueba más utilizada en la práctica clínica, desde el cribado y triaje hasta su uso como guía en intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas.