El Sistema Nacional de Salud (SNS) destina unos 7.168 millones de euros anuales al abordaje del cáncer, lo que representa un 10,9% del gasto sanitario público en España y un 0,66% del producto interior bruto (PIB) de 2015.
Así se desprende de las conclusiones del informe “La Carga del Cáncer en España”’, presentado por la farmacéutica Bristol-Myers Squibb (BMS) y la consultora Omakase Consulting, tras hacer un análisis de la prevalencia, incidencia, costes directos e indirectos de esta patología, que es ya la que presenta más mortalidad en hombres y la segunda en mujeres, por detrás de las enfermedades cardiovasculares.

Tras el análisis de los costes directos, indirectos e intangibles que impactan en el SNS, el coste total del cáncer se estimó en 7.168 millones de euros en 2015, lo que representa un coste aproximado de 154,34 euros por persona.
“El cáncer se configura como uno de los principales problemas de salud en España. Este tipo de estudios que analizan la carga que supone la enfermedad para el SNS son claves porque ponen de manifiesto la necesidad de encontrar soluciones para reducir su impacto” ha destacado Xavier Badia, director del estudio y consejero delegado de Omakase Consulting.
De los costes directos de esta enfermedad en España, que se estiman en unos 4.818 millones de euros, un 94% recayeron directamente sobre los hospitales y sólo un 6% en Atención Primaria.
Dentro de esta categoría de costes, los hospitalarios se situaron en 2.797 millones de euros, representando el 58% de los costes directos del cáncer. Por su parte, los costes de consumo de antineoplásicos fueron de 1.717 millones de euros, suponiendo el 35,6% de los costes directos de esta enfermedad; y los costes de Atención Primaria se estimaron en 304 millones de euros, situándose en un 6,31% de los costes directos.
Por otro lado, también se analizaron los costes indirectos del cáncer en España que fueron de 2.350 millones de euros. Según el tipo de coste indirecto, los costes de la mortalidad prematura por cáncer se estimaron en 125 millones de euros; los costes de la incapacidad temporal fueron de 222 millones de euros y los costes de la incapacidad permanente alcanzaron los 292 millones de euros. Por último, los costes de los cuidadores no profesionales de los pacientes con cáncer fueron de 1.710 millones de euros.
De igual modo, el estudio constata como un 4,5% del total de bajas laborales registradas fueron por incapacidad temporal y un 10,1% del total de pensiones contributivas en vigor en España en 2015 fueron a causa del cáncer. Además, representó casi 412.000 años de vida perdidos y casi 280.000 años de vida productiva perdidos.