El cáncer es la enfermedad sobre la que más bulos se difunden en internet y redes sociales, debido a la alarma que genera y al desconocimiento sobre su fisiología entre la población, según los ponentes en el I Simposio “Cáncer sin Bulos”, organizado por el Observatorio Salud sin Bulos y el Comité de Pacientes del Hospital Clínico San Carlos.
“Los bulos sobre el cáncer se extienden más y más rápido debido a las redes sociales y Whatsapp”, ha indicado el coordinador de Salud sin Bulos y vicepresidente de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES), Carlos Mateos.
Los responsables de la iniciativa han identificado tres grandes áreas temáticas en los bulos de cáncer: los llamados superalimentos, las emociones y los objetos cotidianos a los que se les atribuye capacidad cancerígena.
Los bulos sobre cáncer pueden tener consecuencias funestas. “En España ha aumentado la morbimortalidad en pacientes que abandonan el tratamiento farmacológico y apuestan por alguna pseudoterapia sin fundamento científico”, ha comentado Julio Zarco, director del Área de Personalización de la Asistencia Sanitaria y Responsabilidad Social Corporativa del Hospital Universitario Clínico San Carlos.
En la misma línea se expresa Pedro Pérez Segura, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos, señalando que “el cáncer es una enfermedad que sigue provocando mucho miedo, por lo que muchos pacientes buscan soluciones mágicas a las que aferrarse, sobre todo cuando el pronóstico no es bueno. Y ninguna sustancia evita un cáncer por sí sola, y mucho menos porque la tomemos con espíritu positivo, como algunos falsos gurús quieren hacernos creer”. Por ello, recomienda que los profesionales sanitarios orienten a los pacientes sobre cómo buscar información fiable en internet.
En la jornada se ha presentado un “Manifiesto de Comunicación Responsable en Cáncer” con diez puntos que deben cumplir los medios de comunicación y blogs que informan de cuestiones relacionadas con la oncología, que ha sido respaldado por SEOM, GEICAM, SEHH, Fundación ECO y Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), las asociaciones de pacientes GEPAC y #FFPaciente; el Consejo General de Enfermería y las organizaciones de comunicación científica ANIS, AECC y Comunica Biotecnología.
El documento tiene diez puntos: el primero de ellos es entender las bases del proceso de investigación médico-científica del cáncer; le siguen buscar fuentes acreditadas a la hora de informar sobre cáncer y citarlas; no difundir informaciones basadas en una única fuente, y huir del sensacionalismo.
A ello se le une en el punto número cinco, ser transparentes en la información y señalar si hay conflicto de intereses; informar con rapidez sin comprometer el rigor; contextualizar las informaciones; buscar la originalidad en el enfoque sin comprometer el rigor; exigir de las instituciones su corresponsabilidad en la divulgación sobre oncología, y favorecer la formación científica y divulgativa de los informadores.