No se sabe exactamente qué causa la reacción autoinmune al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada. Ahora bien, sí se conoce que las mutaciones específicas en un importante gen relacionado con la inmunidad, llamado HLA-DQ, pueden ser necesarias para el desarrollo de celiaquía.
Sin embargo, recientemente se ha observado que algunos aditivos alimentarios pueden también contribuir a la aparición de la enfermedad como, por ejemplo, la transglutaminasa microbiana, una enzima bacteriana muy utilizada en el procesamiento industrial de carne, productos lácteos, productos horneados y otros alimentos.
Dicho esto, el investigador ha explicado que han probado anticuerpos de la sangre de pacientes celiacos y han encontrado que había más anticuerpos activos contra complejos de transglutaminasas unidas a fragmentos de gluten, que contra cualquiera de los componentes solo.
“Por tanto, la transglutaminasa microbiana (unida a los fragmentos de gluten) podría ser el objetivo de la respuesta inmune en la enfermedad celiaca, si bien el ataque a nuestra propia transglutaminasa simplemente es un caso de identidad errónea. La transglutaminasa microbiana presente en los alimentos procesados es, por lo tanto, una causa ambiental potencial de la enfermedad celiaca”, concluyen.