Todavía no está claro qué conduce a la expresión máxima de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Para determinar los factores que están asociados con el desarrollo de la EII, así como los que protegen contra la enfermedad, los investigadores europeos revisaron 53 metanálisis que examinaron los factores ambientales y los riesgos para la EII.
Nueve factores se asociaron de manera moderada o alta con el desarrollo de la EII, incluida la vida urbana, el uso de antibióticos o anticonceptivos orales, la deficiencia de vitamina D y la infección por no Helicobacter pylori (odds ratios, 1.31–1.64).
Siete factores fueron protectores contra el desarrollo de la EII, incluida la lactancia materna y la infección por H. pylori (OR, 0.74 y 0.43, respectivamente). Como se esperaba, el consumo de cigarrillos se asoció significativamente con el desarrollo de la enfermedad de Crohn (OR, 1.76).
Comentario
Este metanálisis es único porque analiza otros metanálisis de diversas poblaciones y puntos temporales. La herramienta metodológica utilizada fue bastante estricta, ya que el 40% de los estudios evaluados se consideraron de baja calidad.
Muchos de los factores que se consideraron significativos son plausibles porque están relacionados de alguna manera con el microbioma (vida urbana, lactancia, antibióticos) o con causas conocidas de pérdida de integridad de la mucosa (fumar, anticonceptivos orales).
Sin embargo, los datos retrospectivos utilizados en algunos estudios están sujetos a sesgos, dadas las diferencias en las poblaciones, las metodologías y las épocas en que se realizaron los estudios.
Hemos recorrido un largo camino desde que creíamos que la pasta de dientes era un agente causante en la EII, pero nos queda mucho por hacer. La predisposición genética y la desregulación inmune en un huésped susceptible probablemente aún desempeñan un papel importante en la expresión final de la EII.