El coronavirus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19 permanece estable durante varias horas o días en aerosoles y en superficies, según un nuevo estudio realizado por científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Princeton, publicado en The New England Journal of Medicine.
Concretamente, han descubierto que el coronavirus SARS-CoV-2 es detectable en aerosoles hasta 3 horas, hasta 4 horas en cobre, hasta 24 horas en cartón y hasta 2 o 3 días en plástico y acero inoxidable.
Estos resultados proporcionan información clave sobre la estabilidad del coronavirus y sugiere que las personas pueden adquirirlo a través del aire y después de tocar objetos contaminados.
Los científicos compararon cómo el ambiente afecta al SARS-CoV-2 y el SARS-CoV-1, que causa el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). El SARS-CoV-1 surgió de China e infectó a más de 8.000 personas en 2002 y 2003. Fue erradicado por el rastreo intensivo de contactos y medidas de aislamiento de casos y no se han detectado casos desde 2004. Es el coronavirus humano más relacionado con el SARS-CoV-2. En el estudio de estabilidad, los dos virus se comportaron de manera similar, lo que desafortunadamente no explica por qué COVID-19 se ha convertido en una epidemia mucho más grande.
La evidencia emergente sugiere que las personas infectadas con SARS-CoV-2 podrían estar propagando el virus sin reconocer o antes de reconocer los síntomas. Esto haría que las medidas de control de enfermedades que fueran efectivas contra el SARS-CoV-1 fueran menos efectivas contra su sucesor.
A diferencia del SARS-CoV-1, la mayoría de los casos secundarios de transmisión del virus del SARS-CoV-2 parecen estar ocurriendo en entornos comunitarios en lugar de entornos de atención médica. Sin embargo, los entornos sanitarios también son vulnerables a la introducción y propagación del SARS-CoV-2, y la estabilidad del SARS-CoV-2 en aerosoles y en superficies probablemente contribuya a la transmisión del virus en entornos sanitarios.
Los hallazgos confirman las recomendaciones de los profesionales de la salud pública ya conocidas sobre usar precauciones similares a las de la gripe y otros virus respiratorios para prevenir la propagación del nuevo coronavirus, como evitar el contacto cercano con personas enfermas, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, quedarse en casa cuando se esté enfermo, cubrirse cuando se tosa o estornude con un pañuelo desechable, luego tírelo a la basura y limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan con frecuencia con un spray o paño de limpieza doméstico.