La inflamación en el cerebro puede estar más ampliamente implicada en las demencias de lo que se pensaba anteriormente, según una nueva investigación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), cuyos investigadores afirman que ofrece esperanza para posibles nuevos tratamientos para varios tipos de demencia.
La neuroinflamación se ha reconocido y relacionado con muchos trastornos, como la depresión, la psicosis y la esclerosis múltiple. También se ha asociado recientemente al riesgo de la enfermedad de Alzheimer.
En el nuevo estudio, publicado en Brain, los investigadores se propusieron examinar si la neuroinflamación también se presenta en otras formas de demencia, lo que implicaría que es común en muchas enfermedades neurodegenerativas.
El equipo reclutó a 31 pacientes con tres tipos diferentes de demencia frontotemporal (DFT), que se sometieron a escáneres cerebrales para detectar inflamación y proteínas “basura”. Dos tomografías por emisión de positrones (PET) utilizaron una inyección con un contraste químico que ilumina moléculas especiales que revelan las células inflamatorias del cerebro o las proteínas “basura”.
En la primera exploración, el contraste iluminó las células causando neuroinflamación. Estos indican un daño continuo a las células cerebrales y sus conexiones. En la segunda exploración, el tinte se une a los diferentes tipos de proteínas “basura” que se encuentran en la DFT.
Los investigadores demostraron que en todo el cerebro, y en los tres tipos de DFT, cuanta más inflamación hay en cada parte del cerebro, más acumulación dañina de proteínas no deseadas existe. Para probar que los tintes estaban detectando la inflamación y las proteínas dañinas, pasaron a analizar bajo el microscopio 12 cerebros donados después de la muerte al Cambridge Brain Bank.
“Predecimos el vínculo entre la inflamación en el cerebro y la acumulación de proteínas dañinas, pero incluso nos sorprendió cuán estrechamente se asociaron estos dos problemas”, señala el investigador Thomas Cope.
Por su parte, Richard Bevan Jones añade que “puede haber un círculo vicioso donde el daño celular desencadena la inflamación, lo que a su vez conduce a un mayor daño celular”.
El equipo enfatiza que se necesita más investigación para traducir este conocimiento de la inflamación en la demencia en tratamientos comprobables. Pero, este nuevo estudio muestra que la neuroinflamación es un factor significativo en más tipos de demencia de lo que se pensaba anteriormente.
“Es un descubrimiento importante que los tres tipos de demencia frontotemporal tienen inflamación, vinculada a la acumulación de proteínas anormales dañinas en diferentes partes del cerebro. Las enfermedades son, en otros aspectos, muy diferentes entre sí, pero hemos encontrado un papel para la inflamación en todos ellos “, destaca James Rowe, del Centro de Cambridge para la Demencia Frontotemporal.
“Esto, junto con el hecho de que se sabe que juega un papel en la enfermedad de Alzheimer, sugiere que la inflamación es parte de muchas otras enfermedades neurodegenerativas, incluidas la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington -añade-. Esto ofrece la esperanza de que los tratamientos basados en el sistema inmunitario puedan ayudar a retrasar o prevenir estas patologías”.