Más de 600 médicos internistas se han congregado en la XVI Reunión del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrada los pasados días 24 y 25 de marzo en el Parador de Córdoba, en dónde se han analizado las principales novedades diagnósticas y terapéuticas en los campos de estudio del grupo de trabajo (diabetes, obesidad y nutrición).
Con presencia de expertos nacionales e internacionales y bajo un enfoque inter y multidisciplinar, durante la reunión se han tratado temas de relevancia científica como: cardionefroprotección, novedades en la asociación entre diabetes e infección COVID-19, novedades también en obesidad y nutrición, temas clásicos de controversias como la antiagregación universal en el paciente diabético o el posible papel de la insulinización precoz, y dos mesas conjuntas con los grupos de trabajo de la SEMI, como el de Riesgo Vascular (RV) y el de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular (ICyFA).
Diabetes y obesidad en Medicina Interna y en la población general |
Se estima que el 33% (entre el 30-35%) de los pacientes que ingresan en Medicina Interna tiene Diabetes tipo 2, aunque el motivo de ingreso no sea la diabetes. Además, se estima que entre el 30% y el 40% de los personas con diabetes que son vistos por médicos internistas presenta obesidad. El médico internista, como especialista con visión global del paciente, maneja a la persona con diabetes en el marco del riesgo vascular y el correcto control de la diabetes es crucial para evitar complicaciones asociadas a esta patología como la afectación renal, cardíaca o la enfermedad arterial periférica.
Casi el 60% de los adultos en Europa viven con pre-obesidad, y en España el 32% de los hombres y el 27% de las mujeres tienen obesidad, de los que el 65% lo es en forma de obesidad abdominal. Y esta obesidad supera el 45% en mayores de 65 años. Todo ello supone alrededor de un 10% de gasto total en salud. La obesidad juega un papel esencial en el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), la hipertensión arterial (HTA), la dislipemia y las enfermedades cardiovasculares, debido al exceso de grasa, fundamentalmente visceral, que se deposita en el organismo.