Entre las principales cuestiones, los radiólogos van a analizar las ventajas del tratamiento endovascular (TEV) del ictus isquémico agudo, una técnica de radiología intervencionista que consiste en la introducción de un catéter guiado por imagen en las arterias cerebrales para eliminar el trombo que causa la obstrucción mediante su extracción.
Esta técnica es aplicable en las primeras horas, después de realizar una prueba de imagen para poder seleccionar a aquellos pacientes subsidiarios de tratamiento. De hecho, hasta la introducción de este tratamiento, el abordaje del ictus isquémico agudo se realizaba con medicamentos trombolíticos por vía intravenosa, lo que conseguía abrir la arteria en un menor número de ocasiones que el tratamiento endovascular.
Cada media hora que pasa desde los primeros síntomas del ictus supone que un 10% más de pacientes tendrán secuelas que les harán ser dependientes, por eso es tan importante restablecer la circulación de la sangre que llega al cerebro lo antes posible. Cuanto antes abramos la arteria ocluida, antes llegará la sangre al cerebro y menos posibilidades habrá de que el paciente tenga secuelas graves como la parálisis”, ha detallado el radiólogo Antonio López-Rueda.
Y es que, esta técnica, que empezó a aplicarse en algunos hospitales españoles en los últimos años dentro del contexto del manejo multidisciplinar del Código Ictus, ha demostrado ya en diferentes estudios científicos que, sumada al tratamiento estándar, obtiene tasas de recanalización de hasta el 88%, es decir, que logra una apertura de la arteria de casi el 90 por ciento, lo que revierte en que la sangre llegue antes al cerebro.
Además, los mismos estudios han demostrado que con el uso del TEV aumenta de un 40% a un 77% la tasa de independencia; es decir, el número de pacientes que no tienen secuelas graves que les conviertan en personas dependientes, como puede ser la parálisis.
Todos tenemos muy asumido el uso del cateterismo en lesiones cardiovasculares y conocemos perfectamente los signos de alarma. Hoy día, es muy importante conocer los signos de alarma de un ictus cerebral para ir a urgencias, como son la pérdida de fuerza en las extremidades, la dificultad para hablar o la desviación de la comisura bucal. Desde hace dos años hay evidencia de que, en un buen número de pacientes seleccionados que tienen un ictus isquémico, el tratamiento endovascular es una herramienta muy eficaz”, ha concluido López-Rueda.