En el pasado mes de Junio escribí un post sobre la
“Directiva de la verguenza”, Directiva que pretende restringir los derechos de los inmigrantes, sin tener en cuenta las causas que provocan este fenómeno. Europa sencillamente, en vez de buscar la integración social de los inmigrantes, utiliza la represión y vulnera la dignidad de las personas.
Resulta absolutamente hipócrita la tenacidad con la que Europa trata de evitar la llegada de inmigrantes africanos sin consideración alguna a que estas personas son un residuo patético de las correrías coloniales de los civilizados estados europeos.
Es mas, ahora, acosados por la crisis económica mundial, los europeos queremos fabricar un castillo de altas murallas para blindarnos, vivir lo mejor posible y olvidarnos de aquellos a los que después de tantos años saqueando Africa, despojándolos de sus riquezas, de su cultura, de sus recursos, e infectándolos de fiebre consumista, ahora se mueren de hambre, de miseria, de guerras fratricidas y de deseperación.
Nos hemos olvidado pronto de que, en mucha medida, los europeos ahora somos ricos y disfrutamos de altos estándares de vida, gracias tanto a lo que nos hemos llevado de Africa, como al duro trabajo que ahora realizan para nosotros estos ciudadanos inmigrantes. Por el contrario estos pobres africanos se quedan padeciendo su miseria sin que nadie se acuerde de ellos.
¿Resulta tolerable que, quien durante dos siglos esquilmó recursos naturales y riquezas, e incluso mató y violó, venga ahora a dar lecciones sobre derechos humanos y moral europea? ¿Se acuerda alguien de las masacres que los ingleses realizaron en Kenia o Rodesia? ¿nos acordamos de lo que han hecho los franceses en Dakar y Costa de Marfil? ¿Y qué decir de las atrocidades promovidas por los belgas en el Congo o por los alemanes en Namibia? ¿y de las cacerías portuguesas en Angola y Mozambique? . Y nosotros españoles ¿qué hemos hecho en Guinea, Fernando Poo o Sahara?. ¿No fué la codicia por los diamantes la que regó de sangre Sierra Leona?.
Ahora mismo, en estos días, todos estamos preocupados por los mas de mil ciudadanos muertos en la Franja de Gaza. Todos los medios de comunicación se hacen eco de esta noticia. En cambio ¿hay leído ustedes alguna noticia de las muertes que en este momento se están produciendo en el Congo?. Pues señores, diariamente están muriendo mas de mil personas y en estos últimos años han muerto cinco millones de personas víctimas de la fratricida guerra. Pero claro, esto es poco importante para nosotros. Nos pilla muy de lejos.
Ahora, con la brutal crisis económica que tenemos, todo esto nos importa aun menos. Lo que verdaderamente nos importa es repeler con mas eficacia esas pateras llenas de desesperados, para detenerlos, encerrarlos durante un tiempo y deportarlos. Y de paso, promocionamos el turismo ,al evitar que estas pobres personas afeen nuestras glamurosas playas.
Si verdaderamente los europeos y por ende los españoles, fuéremos consecuentes con nuestras propias políticas de derechos humanos, con nuestros principios de solidaridad y de buena ciudadanía, tendríamos que acoger con los brazos abiertos a estos pobres africanos que llegan a nosotros, pedirles perdón y ayudarlos compartiendo con ellos algo de lo que a nosotros nos sobra.
Porque, no lo olvidemos, llegan a nosotros y nos piden migajas. Nos piden vender cuatro baratijas en la calle, nos piden hacer aquellos duros trabajos que el ciudadano europeo no quiere hacer, nos piden….. un poco de dignidad que parece ya no nos queda.