
Como todos sabemos, la delincuencia ha encontrado un buen filón en Internet e incluso en la telefonía móvil, para realizar todo tipo de fraudes y en este momento están siendo muy frecuentes las estafas bancarias, las compraventas engañosas, los timos, etc.etc.
El gran problema que plantea este tipo de delitos telemáticos, es su persecución ya que, salvo casos de gran relevancia penal o trascendencia económica, resulta muy dificil perseguir y conseguir una condena y resarcimiento del culpable. El perjudicado suele quedarse con cara de tonto, tras ver que su denuncia ante los órganos policiales y judiciales, resulta estéril.
Voy a explicarles el fraude que me ha ocurrido a mi tan sólo hace unos meses y que es ilustrativo de lo difícil que resulta perseguir este tipo de delincuencia.
Justo antes de iniciar mis vacaciones en Agosto, se me avería la lavadora. Busco en Google para encontrar un servicio de asistencia técnica y me encuentro con una página “servicioasistenciatecnica.com” que aparece en el primero lugar de búsqueda (algo que me da cierta seguridad). Entro y veo que entre otros logos tienen el de la fabricante de mi lavadora. Me pongo en contacto telefónico, me atiende una persona sudamericana y me confirma que si prestan asistencia a mi marca de lavadora. Le facilito mis datos personales y mi teléfono de contacto y me dice que en breve el técnico mas próximo se pondrá en contacto conmigo. Hasta ahí todo muy bien y con una gran pulcritud profesional.
Unas horas después me llama el técnico para confirmar si estamos en casa y dice que en media hora pasará a hacer la reparación. Con puntualidad británica aparece, desmonta la carcasa con mucha soltura y de manera indubitada dice que se ha roto el módulo electrónico. Como no lo tiene en existencia dice que tendrá que pedirlo a fábrica y que en tres días volverá para dejar finalizada la reparación. Al marcharse extiende un parte de trabajo y me dice que tengo que dejarle una señal de 70€ (dice que es el importe de la salida, desplazamiento y confección del presupuesto). Le digo que nunca me habían pedido nada a cuenta y el con gran seguridad dice que ahora eso es lo habitual en todos los servicios técnicos.
Bueno, como lo ví tan profesional y tan “técnico” le doy los 70€. Me entrega el parte del trabajo y un recibo de los 70€ y se va. En tres días volveré para finalizar la reparación…. El modosito y educado técnico “nunca mas volvió”…. Me habían timado..Llamé al servicio oficial de la casa que llegó, vió la lavadora, reparó la pequeña avería que tenía y me dijo que lo del famoso módulo electrónico era falso. Me dijo también que había una panda de sudamericanos que se anunciaban por internet, que copiaban logos oficiales de marcas conocidas y que practicaban este fraude. Me quedé con cara de tonto. Inmediatamente, con todo el cabreo del mundo y con todo lo que yo sé de derecho, inicié varios mecanismos legales para perseguir este fraude.
Como primera medida envío un burofáx a las dos direcciones postales que aparecían en la página web. Fué recibido pero no hubo ninguna respuesta.
Como segunda medida formulo denuncia a la Agencia Española de Protección de Datos para que metan un buen paquete a esa “teórico servicio técnico” que incumple manifiestamente la Ley Orgánica de Protección de Datos. Tres meses después, la Agencia aun no ha iniciado procedimiento alguno (debe de ser que están muy ocupados). Hago la misma denuncia para que se cumpla la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información…. Sigo esperando.
Como tercera medida me persono ante la Comisaría de Policía y formulo denuncia.. El Agente actuante me dice que esto es el pan nuestro de cada día. Que la Policía Judicial se pondrá en contacto conmigo para iniciar las pesquisas, pero que…. mal asunto…. Tiene dudas de que se pueda hacer algo…. Efectivamente no se ha hecho nada porque tres meses después la Policía aun no se ha puesto en contacto conmigo para nada.
Se trata de un delito cometido en España, que la página web que se utiliza como señuelo está localizada en España, que tienen un domicilio en España (bueno, en este caso parece que cambian de piso cada dos meses). Por tanto, sería relativamente fácil buscar y detener a estos delincuentes, pero ¿cual es el problema?… Que 70€ de fraude parece una cuantía muy pequeña para poner en marcha la maquinaria judicial. Estoy convencido que, si en vez de 70 son 7.000€ al día siguiente todos los miembros de esta falsa empresa estarían detenidos y puestos a disposición judicial.
Se imaginan ustedes (aun cuando la cuantía del fraude fuere muy grande) qué ocurriría si tuvieremos que perseguir un delito cometido en España, a través de una web sita en cualquier lugar del mundo y que los delincuentes no estuvieren en terreno español. Pues, pónganse en lo peor.
Es cierto que existe un Convenio Europeo y un convenio Ivernet para perseguir los fraudes electrónicos tanto en los Países europeos como en otros países del mundo, pero en realidad su utilidad práctica es muy escasa. La gran dificultad es la cuantía del fraude, que, en la mayor parte de los casos suele ser muy escasa.
Si yo resulto estafado, como vivo en España, tengo que presentar una denuncia ante un Tribunal español y este inicia el proceso judicial. Para ello es preciso que solicite la cooperación internacional y necesita enviar una comisión rogatoria al Estado donde están domiciliados los ciberdeluncuentes. Y es aquí donde surgen los dos problemas esenciales: Uno la cuantía del fraude y otro la lentitud del procedimiento.
Hablando de cuantía: Si estos delincuentes estuvieren en EEUU los tribunales americanos dicen que por menos de 5000 dólares ni se mueven. Si se trata de tribunales europeos, pues que igual no compensa mover la maquinaria judicial para tan poco dinero. Si se trata de tribunales sudamericanos, como que mejor no contestar y contestar diciendo verá es que… no los encontramos. Y si se trata de otros países probablemente ni contesten.
Hablando de lentitud del procedimiento: Los Juzgados españoles tienen una gran lentitud y probablemente transcurran mas de sesis meses para cursar una comisión rogatoria. Esta comisión, en el mejor de los casos, si es que se tramita, será tramitada en un tiempo no inferior a seis meses…En definitiva, habrá transcurrido un año y en ese tiempo los delincuentes ha se habrán esfumado.
Así pues, como conclusión: Resulta verdaderamente dificil y lento perseguir el fraude por internet y por ello, mi mejor recomendación es que, aun sin tener miedo a la red, seamos cautos, pongamos una diligencia mínima de seguridad, estemos en guardia y tratemos de no caer en la trampa. En definitiva, las mismas precauciones que ponemos en la calle y en nuestra casa para que no nos roben, pongamoslas en Internet.