Hoy 2 de Enero de 2017 se cumple el 525 Aniversario de la Toma de Granada, en la que Boabdil el Chico entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. Es el aniversario capicúa del comienzo de nuestra expansión y dominio de más de medio mundo. Creo que esto debería de hacer reflexionar a nuestros gobernantes sobre la unidad de España y sobre lo que fuimos y deberíamos de ser en el contexto mundial.
Pero, como veo que las bases de “Podemos” están exigiendo a España que pida perdón a los musulmanes por esta gran infamia que ha sido la toma de Granada y como me he quedado confusotelúrico con esa exigencia, traté de encontrar una razón de peso que sostuviera esta petición podemita, empecé a indagar en la hermenéutica, que es un método interpretativo empleado por la teología, la filosofía, la historia, la jurisprudencia, la lingüística y hasta el psicoanálisis. Me hice una primera pregunta ya habitual en el mundo Luthierano: ¿La hermenéutica telúrica incaica transtrueca la peripatética anotrética de la filosofía aristotélica por la inicuidad fáctica de los diálogos socráticos no dogmáticos?
Como esta pregunta la tenía clarísima y podía responderla con facilidad, me lancé rápidamente a tratar de interpretar la petición de las bases de Podemos, petición que claramente se incardina en unas declaraciones que hace muchísimos años habían hecho los Incas cuando fueron invadidos por los españoles. Estas declaraciones de Podemos, iguales a las de los Incas, se oponen rotundamente al cambio de la filosofía aristotélica a causa de lo injusto de los diálogos socráticos no dogmáticos. Como todo el mundo sabe, la palabra dogmático viene del dogmatismo que es una postura filosófica que dice que más o menos, se basa en que hay una verdad irrefutable a la vez que indefendible, contrapuesta, excluyente e incluso referente. Entonces la respuesta es no, porque los Incas nunca tuvieron nada que ver con la filosofía aristotélica o socrática, excepto, claro está, cuando los españoles los invadimos y una de sus excusas era, siguiendo la filosofía aristotélica de la guerra justa, que esa guerra había sido injusta.
Seguí filosofando sobre la estupidez humana, la infinidad del Universo, así como sobre la inmortalidad del cangrejo e indagando sobre las cosas que no tienen ningún sentido como por ejemplo qué ser si no sé nada y entonces como no sé nada suelto una parida y digo alegremente que hay que pedir perdón a los musulmanes por conquistar Granada y de paso, dando sentido al sinsentido de la petición, me apoyo en las teorías presocráticas, socráticas y postsocráticas para preguntarme por ese aspecto histórico de la conquista de Granada. La primera cuestión es determinar quién tiene razón sobre pedir perdón o no y como los filósofos no se ponían de acuerdo se crearon grandes combates que resultaron ser el origen del boxeo. (el enfrentamiento más famoso fue el de Parménides y Heráclito ya que el primero le arrancó la oreja de un mordisco y la tiró al suelo).
Pasemos ahora a la famosa teoría filosófica apoyada en los “huevos”. En la antigüedad las leyes de la naturaleza estaban regidas por ese argumento de autoridad tan conocido de “por mis cojones”. Los dioses mandaban en todo hasta que aparecieron esos toca cojones que dijeron que los dioses no existían y que por tanto las cosas sucedían porque los más fuertes lo decidían y así la pérfida Isabel la Católica mandó a Colón en 1492 a explorar, conquistó el Nuevo Mundo y se asentó en el igual que también lo hizo Portugal y después los franceses y los ingleses. España llegó a conquistar la mayor parte de América debido a que fue el país que patrocinó el viaje de descubrimiento, por medio de los Reyes Católicos, y que antes inició la colonización. Mediante una bula del papa Alejandro VI, se declaró legítima la posesión española de todas las tierras encontradas más allá de cien leguas al oeste de las islas Azores. Paralelamente, como la reina Católica no tenía esos atributos ordenó a su marido Fernando que sí los tenía, la toma de Granada, en castigo a los musulmanes que algunos siglos atrás nos habían invadido. Previamente a Isabel, en Asturias, nuestro Don Pelayo ya había empezado a dar estacazos a los sarracenos en la batalla de Covadonga, para expulsarlos.
Así que, si nos apoyamos en la hermenéutica de los Podemitas, España, además de a los musulmanes, tiene que ir corriendo a América a pedir perdón a los americanos. Por tanto, que de modo inmediato se suspendan esos actos que hay programados por los avilesinos para ir un día de estos a La Florida a hermanarse y profundizar en las raíces españolas de los Estados Unidos. No sé si es porque queda muy al Norte, los podemitas se han olvidado de Don Pelayo, ya que de traerlo a la palestra, los Asturianos tendríamos que salir corriendo a pedir perdón a los musulmanes por haber iniciado la reconquista de España. Pues estemos preparados porque cualquier día propondrán que se prohíba el himno de Covadonga.
Igualmente tendremos que salir corriendo a pedir perdón a media Europa, ya que a la muerte de los Reyes Católicos, por esa teoría de “manda huevos” Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, llamado el César, se hizo dueño de medio mundo (en mi imperio nunca se pone el sol). Era Emperador Semper augusto de los romanos, de las dos Sicilias, de Jerusalén de Cerdeña, de Córcega, de los Algarbes, de Algezira, de las indias. Emperador de Alemania, de Austria y del Tirol. Soberano de los Países Bajos, Duque de Atenas, de Borgoña de Brabante y de Neopatria. Conde del Ruysellón y de la Cerdeña, Marqués de Oristán, Archiduque de Austria. Sentó las bases tras la conquista de Magallanes de las Islas Filipinas y Marianas.
Por tanto, vayamos preparándonos para ir recorriendo media Europa a pedirles perdón por nuestro despropósito de ser sus gobernantes. Ah y se me olvidaba, también tendremos que ir corriendo a África para pedir perdón por ser esos indignos que colonizamos el Sáhara, la Guinea Española, el Protectorado de Marruecos y no sé si se me olvida alguna colonia más. Correremos también a las Islas Filipinas y a Jerusalén.
Uffs ya estoy agotado sólo de pensar cuantos viajes van a tener que hacer nuestros gobernantes para ir pidiendo perdón por todo el mundo. Para terminar ¿han entendido algo de esa filosofía podetocrática de pedir perdón por la toma de Granada? Yo, al igual que les pasaba a los Luthiers, y pese a mis avanzados conocimientos de la interpretación hermenéutica, no he entendido nada.