En estos últimos tiempos están proliferando por las redes sociales y más concretamente por WhatsApp, mensajes como los que transcribo a continuación:
Se trata de mensajes totalmente fraudulentos en los que, los emisores, sabiendo que los ciudadanos damos muy rápido al clic, sin pararnos a pensar en las consecuencias que esto puede acarrear, abusan tanto de nuestra buena fe, como de nuestra falta de cuidado.
En el primer caso, de modo engañoso, con el señuelo de obtener una tarjeta de regalo gratis, pinchas en el enlace y allí te piden una serie de datos personales, como nombre, dirección, correo electrónico y teléfono, para enviarte ese estupendo regalo. Pero, en realidad, al pinchar en ese enlace y dar tus datos, no has llegado a la web de Lidel, sino que has sido redirigido a una página propiedad de Intela Limited que tiene como nombre comercial “encuesta fácil” y que está en el Reino Unido. Has cedido todos tus datos a esa empresa que, sin lugar a duda alguna, los va a vender a otras organizaciones para enviarte todo tipo de publicidad, en el mejor de los casos. Y si pienso mal, igual van a ser utilizados para otros fines ilícitos.
En el segundo mensaje del Corté inglés, la trampa tiene cierta sofisticación. Eres redireccionado a una página que tiene todas las similitudes con esta empresa de comercio, pero que contiene una pequeña diferencia. Sustituyen la i de inglés, por una l y se te redirecciona a elcortelngles. Una vez dentro de ella y como tiene todo tipo de logos que se asemejan a esta gran superficie, sin dudarlo mucho, te lanzas a dar todos tus datos personales y tras hacer eso te dicen que vas a entrar en un sorteo para ver si resultas agraciado con uno de esos Iphone. Al igual que en el caso anterior, has abierto la puerta de tu casa y has dado todos tus datos a otra organización sin escrúpulos que los va a utilizar para todo tipo de tropelías.
En el tercero de los mensajes, utilizando los mismos procedimientos de los casos anteriores, en vez de ser redireccionado a cocacola.com, llegas a cocalola.com y como se te pasó por alto esta pequeña y casi inapreciable diferencia, vuelves a repetir el mismo procedimiento y vuelves a entregar tus datos a una empresa en este caso de marketing que, según parece, está en Canadá. Supongo que esta empresa, lo que hará, una vez que tiene tus datos, es venderlos a otras empresas para realizar publicidad. No lo sé.
Este tipo de marketing tan agresivo, desde la óptica de la legislación española, en modo alguno podría ser tolerado ya que de modo flagrante incumple al menos tres preceptos legales relevantes:
Uno: Se ha enviado un correo electrónico o un mensaje no deseado, ya que los artículos 20 y 21 de la LSSI prohíben taxativamente el envío de comunicaciones publicitarias y promocionales, sin que previamente hubieren sido solicitadas. Además de esto, de ser enviadas deberían de contener como asunto “publicidad” o “publi”.
Dos: Se incumple El Reglamento General de Protección de Datos, por cuanto que no hay medio alguno de ejercitar los derechos ARCO de los usuarios.
Tres: Se incumple la Ley 25/2009, por cuanto que, al ofrecer la entrada en el sorteo de un regalo como compensación a facilitar el formulario de datos personales, no se comunica la promoción a Loterías y Apuestas del Estado (LAE) que es el órgano competente para autorizar este tipo de sorteos. Tampoco se pagan las tasas correspondientes a la Agencia Tributaria.
Aun cuando conforme a nuestra legislación este tipo de procedimientos es absolutamente ilegal, el gran problema está en que se trata de una empresa que hoy está radicada en el Reino Unido, pero que mañana puede estar en Las Bahamas, o en Massachusetts y claro, los Tribunales Españoles no pueden perseguir este tipo de conductas.
Por ello, querido amigo, sé prudente, no te dejes embaucar, tira a la basura todos los mensajes sospechosos y piensa que en internet nada es gratis ni nadie regala nada. Si decides abrirlos, abstente de facilitar dato alguno ya que, si lo haces, probablemente el premio que recibirías será, en el mejor de los casos, que tu buzón de correo electrónico estuviere lleno todos los días de múltiples correos no deseados. Y en el peor de los casos, igual todos los datos que has dado, pueden servir para otros fines fraudulentos, cuyas consecuencias no puedo ni imaginar.