Pese a esa clase política de bajura que sufrimos, tendente sistemáticamente a constituirse en grupos políticos totalmente alejados de la sociedad, que sólo viven en beneficio de sus propios intereses personales y de partido, en España existen un montón de indicadores que, necesariamente, tienen que elevar la autoestima de los ciudadanos, ya que, sin lugar a duda alguna, pese a esa lamentable politocracia y partitocracia, vivimos en un “gran país”. Un país medalla de oro en el podio.
Acabo de leer en prensa, que según la última edición del Bloomberg Healthiest Country Index, que clasifica a 169 países, España es el “país más saludable del mundo”. Tras nosotros, como países mas sanos, están Italia, Japón y Suiza. Los investigadores de este informe atribuyen a la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva virgen extra o nueces, los buenos índices sanitarios de los españoles, ya que este régimen alimentario está asociado a una tasa baja de accidentes cardiovasculares. También se destaca en el informe que España, en este momento, tiene la mayor esperanza de vida del mundo, seguidos por Japón, Singapur y Suiza.
Días atrás había leído en un gran titular del diario británico The Guardian, que España “es el mejor país del mundo para nacer”. Remarcaba la noticia que esto se debe a nuestra dieta, así como a nuestra vida familiar, caracterizada por la cercanía que generan unos arraigados lazos familiares, lo que hace que nuestro país sea el “hogar de las personas más longevas del mundo”. Este dato de longevidad es corroborado por un estudio de la Universidad de Washington que concluye diciendo que España efectivamente, es el país donde más años se vive.
Además de todo esto, hay otro dato que puede confirmar nuestro alto nivel de bienestar. Este dato es que, en la mayoría de los rankings, España aparece en primer o segundo lugar entre las mejores cocinas del mundo. Prueba de ello es que el mejor restaurante del mundo -el Can Roca- se encuentra en nuestras tierras además de que somos el tercer país con más estrellas Michelín del globo. Pero no sólo se trata de la alta cocina ya que nuestra gastronomía tradicional es de las más ricas, variadas y saludables del mundo, gracias a la dieta mediterránea.
Si hablamos de la calidad de nuestros servicios sanitarios universales y gratuitos, nos encontramos que, desde hace ya 28 años, España es líder mundial en donación y trasplante de órganos. Tenemos una tasa de 48 donantes por cada millón de habitantes, que supera a los 31,7 donantes registrados en Estados Unidos o incluso la media europea que está situada en 22,3 donantes.
Refiriéndonos ahora a la seguridad de nuestro país, podemos ver que España registra la menor violencia de género de toda Europa, es el que tiene menor tasa de suicidios y es el país europeo con menos homicidios y asesinatos cada 100.000 habitantes. A esto podemos añadir que el Instituto Georgetown para la Mujer, la Paz y la Seguridad de Washington acaba de elaborar un estudio titulado “ Los mejores y los peores países para ser mujer” y coloca a España en el quinto puesto mundial, con Islandia en cabeza y Siria en la cola.
En la misma línea, conforme al ránking elaborado por la Universidad de Georgetown (EE UU), España es uno de los países donde las mujeres se sienten más seguras, encuentran menos desigualdad y se contabilizan menos casos de violencia de género. Esto lo coloca como el quinto país del mundo más respetuoso con las mujeres. España también se sitúa a la cola de la Unión Europea en denuncias por violación.
Viendo los indicadores que utiliza la Oficina Estadística Europea (Eurostat) queda claro que España es uno de los países más seguros del mundo. Se sitúa a España al nivel de lugares como Islandia –un país con una tasa de homicidio tan reducida que un total de cuatro muertes violentas en un año, son motivo de inquietud. Estamos muy por debajo de la media europea y de democracias cercanas como Francia o Alemania. Si tenemos miedo a que nos asalten en la calle o nos roben, también debemos de tener motivos para la tranquilidad, ya que, según los datos del Ministerio del Interior, en 10 años estos delitos se han reducido un 40%, con una tasa de 79 robos diarios, dato este que también nos coloca en los primeros lugares del ranking europeo.
Si hablamos de calidad de vida y más concretamente de playas que ondean la bandera azul, galardón que otorga anualmente la Fundación Europea de Educación Ambiental, España también está en lo más alto del podio no sólo europeo, sino mundial, al tener 696 playas con esta distinción. Tenemos que referirnos también a los trenes de alta velocidad donde, sorprendentemente España aun cuando entró más tarde en la alta velocidad, que estaba siendo liderada por Japón China y Francia, En este momento también estamos en la cabeza del ranking mundial, al ser el país con más km de vías en servicio (2.363 km a los que hay que añadir los 1.568 que hay en construcción.
Podemos referirnos también a la energía eólica y fotovoltaica que en apenas una década se situó en el segundo puesto de generación, con una producción suficiente para cubrir un 18% de la demanda de electricidad de la UE, según los datos de la Asociación Europea de Energía Eólica, quedando así muy cerca del primer puesto europeo. Podemos añadir a esto que somos uno de los países europeos con agua más barata, así como en el tratamiento de las aguas, que somos la séptima potencia mundial en robótica. Y para no hacer más largo el artículo, reseñar que tenemos la lengua mas hablada y estudiada en el planeta, así como un patrimonio de la humanidad impresionante, sólo superado por China o Italia, que tenemos un clima envidiable, unos paisajes extraordinarios y una riqueza cultural de primer nivel.
Pese a los malos políticos que tenemos, que sólo viven para ellos y sus intereses, pese a la mucha prensa amarilla que con el único afán de vender más da noticias exageradas, con titulares provocadores e incluso escandalosos, los españoles tenemos que felicitarnos por vivir en el mejor país del mundo, un país medalla de oro gracias al esfuerzo de esos ciudadanos que trabajan, esas empresas punteras que generan riqueza, esos investigadores que de modo callado desarrollan nuevas técnicas y nuevas tecnologías, en definitiva esa sociedad civil callada que además, sufre las consecuencias de las malas decisiones de los malos políticos.