Ayer, moviéndome por Facebook, de pronto me encontré con lo que parecía una noticia de prensa que había sido compartida por uno de mis amigos. A simple vista, parecía que era una información dada por un periodista, en un diario de tirada nacional, tras haber asistido al congreso mundial de móviles. Se decía de modo concreto que “si vives en España y quieres el nuevo Galaxy s9, este podría ser el artículo mas interesante que jamás hayas leído”. La oferta consistía en ofrecer a los españoles el nuevo móvil de Samsung al increíble precio de 2 euros y, además, por si fuera poco, en la oferta se incluía un cargador de inducción inalámbrico.
Continuaba el artículo diciendo que la razón por la que Samsung estaba haciendo esta fantástica promoción, era porque su director de marketing había dicho que el año pasado, la cuota de mercado de Samsung había caído más de un 45% en España y que, como estaba perdiendo muchas posiciones frente a su competidor Apple, decidieron recuperar ese mercado perdido haciendo esta campaña de marketing.
Seguían después unas entrevistas a hipotéticos compradores de esta oferta que decían que pensaban que se trataba de una estafa más de internet pero que se habían arriesgado por el bajo precio que era tanto como perder un café en el caso de ser estafados. Terminaban reseñando que cinco días después, recibieron en su casa el móvil en cuestión. Terminaba el artículo, dejando enlaces a un hipotético proveedor para hacer el pedido.
Como soy un perro viejo vigilando estas estafas, empecé a buscar detalles y comprobé que esa supuesta noticia no era del diario en cuestión, sino que, al pinchar el enlace de la noticia, me redirigía a una pagina www.maxitech.com. Por tanto, ya quedaba claro que se trataba de un fraude. Aun así, para tratar de seguir investigando, accedí al enlace que dejaban para hacer el pedido y veo que me redirige a otra página www.goldenppubs.com que tampoco tiene nada que ver ni con Galaxi ni con ninguno de sus proveedores.
Si yo hubiere picado en el anzuelo, inmediatamente habría cumplimentado el formulario de pedido, habría dado todos mis datos personales y lo que es más grave, habría facilitado todos los datos de mi tarjeta de crédito para efectuar el supuesto pago de esos 2 euros. Con toda esta información y tras dar mi consentimiento, lo que habría ocurrido en realidad es que habría aceptado que me suscribiría a un supuesto servicio que recibiría a prueba durante 5 días y que, si pasado ese plazo no decía nada, me cargarían 90 euros por la suscripción. Habría perdido por tanto el dinero y de modo preocupante habría cedido todos mis datos a no se sabe quién.
Unos días atrás, una amiga despistada me pasó por watsapp un enlace que, al igual que el timo del Samsung, me redirigía a otro timo, cual es el del Bitcoin, que, para hacerlo mas espectacular, utiliza las imágenes de Amancio Ortega de Zara, de Carlos Slim y de otros acaudalados mundiales. En estas supuestas noticias de prensa de diarios conocidos, se hablaba de que Amancio Ortega iba a desprenderse de todos sus negocios de Inditex y que iba a montar un startup basada en el bitcoin. Decía haber invertido €4.950,836 en un programa nuevo y revolucionario y que le da a todos los que quieren ganar dinero desde sus casas, la oportunidad de ganar miles de euros por día, con el poder de las criptomonedas.
Decía también: “Estamos en momentos económicos difíciles y esta es la solución que la gente ha estado esperando,”. Luego de sus recientes inversiones en varias criptomonedas, Amancio dijo, “El Bitcoin es mejor que las otras monedas. Nunca en la historia había habido una forma en la que la gente pudiese hacerse de tanta riqueza, tan fácilmente, y en tan poco tiempo” “En tan solo los últimos años, Bitcoin ha aumentado su valor en un 3.000%. El mundo de las criptomonedas está rebosando de potencial en este momento – este es el momento de zambullirse en él y beneficiarse.”
Continuaba diciendo que todos deberíamos de aprovechar esta oportunidad y empezar a invertir. Otros titulares decían que este empresario quería “devolverle algo a la gente de su país” y que por eso daba esta información para que cualquier ciudadano, siguiendo sus pasos, pudiere ganar mucho dinero. Otra de las impactantes noticias decía que el empresario Carlos Slim había empezado un proyecto igual al de Amancio Ortega. Lo mismo ocurría con Bill Gates, el chef británico Jaime Oliver, la primera ministra de Nueva Zelanda o los conocidos Antonio García Ferreras y Cristina Pardo.
Si alguien hubiere picado con esto del Bitcoin, te enlazarían a una página donde pagarías como mínimo 250 euros para empezar una inversión automática que sin duda alguna te iba a proporcionar unos beneficios del 3000%. Evidentemente esta inversión no existiría.
Tras todo esto tan sensacionalista, en realidad, al igual que ocurría en el caso de la compra de un móvil por 2 euros, estamos ante una de las muchas estafas que se mueven por la red y que cada día se van sofisticando más, con anuncios en Facebook, banners en Google o incluso mensajes que se difunden a través de los móviles. Se trata de unas sofisticadas variantes del “timo de las cartas nigerianas en el que te piden dinero a cambio de una fortuna futura que nunca va a llegar.
Termino diciendo para no hacer mas largo este artículo, que, como aviso a navegantes, se desconfíe siempre de esas noticias tan sensacionalistas. No es bueno que, sin ninguna meditación previa, seamos de gatillo rápido y a golpe de clic empecemos a difundir estos enlaces entre nuestra red de amigos, ya que, con esta actitud, lo que hacemos es multiplicar el riesgo de que alguno de ellos, incauto, pique en el anzuelo y sea víctima de una de estas estafas.
Antes de hacer esto de modo tan precipitado, lo importante es que, si se lee algo de estas características, se procure averiguar la procedencia de la fuente y antes de dar dato alguno nuestro, ver que ciertamente esa página a la que hemos accedido, es de una empresa o entidad fiable y conocida. Y si hay dudas (nadie da el duro a peseta), por favor, que no se de dato alguno y menos aún, que no se reenvíe a todos los amigos. Es un gran error.