Si yo preguntara por ahí a la gente, si en realidad existe el poder judicial, seguro que me dirían, ¡claro hombre, ¡cómo no va a existir! Todo el mundo sabe que es uno de los tres poderes del Estado, que está formado por juzgados y tribunales, donde los jueces y magistrados se encargan de impartir justicia a los ciudadanos, con total imparcialidad, autonomía y poder absoluto dentro de la ley. Yo mismo, estudié esto cuando de joven hacía la carrera de derecho y nos explicaban la teoría clásica de Montesquieu, sobre la separación de poderes.
Ahora que ya peino canas y que he pisado unos cuantos juzgados y tribunales, me estoy dando cuenta de que si en verdad, el poder judicial existe, me resulta realmente difícil encontrarlo por algún sitio. Voy a iniciar la búsqueda en la misma ciudad de Oviedo, que es donde resido y espero que algún amable lector me pueda ayudar también, a ver si con esa ayuda lo encontramos.
Me acerco al Palacio de Justicia de Oviedo y también a algunos Juzgados situados en otros lugares de la ciudad. A la entrada de estas sedes judiciales, para pasar los controles, me encuentro con unos guardias de seguridad que son contratados y pagados por el Poder Ejecutivo.No pertenecen al poder judicial.
Las sedes judiciales, resulta que son gestionadas por el Principado de Asturias, desde la Dirección General de Justicia de la Consejería de la Presidencia. Es el Principado quien se encarga de dotar a estos edificios, de mobiliario, instalaciones, luz, calefacción, sistemas informáticos o papelería. Por tanto, las sedes, así como el mobiliario y utillaje preciso, en vez de pertenecer al Poder Judicial, resulta que pertenecen al poder ejecutivo. Empezamos bien el itinerario.
Toda la dotación del personal que presta servicio en esos tribunales, compuesta por Oficiales, Auxiliares y Agentes de la Administración de Justicia, está bajo la dependencia del Principado de Asturias, que es quien paga sus retribuciones. Está claro, por tanto, que no pertenecen al poder judicial. Hay otro funcionario muy cualificado, llamado hoy Letrado de la Administración de Justicia y antes Secretario Judicial, que es el que tiene la importante misión, entre otras, de dar fe pública judicial. El Secretario Judicial que da esa fe pública, depende jerárquicamente del Ministerio de Justicia y por tanto es miembro del Poder Ejecutivo. Añadidamente a esto, nos encontramos ante una nueva aberración, cual es la de que los funcionarios que trabajan en su juzgado, no están bajo el mandato jerárquico del secretario judicial, como ocurría antes, sino que lo están bajo el mandato del Principado. Como se dice vulgarmente, unos por otros, la casa sin barrer.
De modo concreto, como instrumentos necesarios para el correcto funcionamiento del entramado judicial, nos encontramos con los sistemas informáticos, compuestos de ordenadores, impresoras, aplicaciones informáticas, papelería, tinta para impresoras, cámaras para grabar las vistas de los juicios, etc.etc. Una vez más, todos estos medios son gestionados por el Poder Ejecutivo, unas veces de la mano de la Comunidad Autónoma correspondiente y otras del Ministerio de Justicia.
Así que, hasta ahora, queda más que claro que todos los medios personales y materiales con los que se dota la Administración de Justicia, pertenecen al poder ejecutivo. Y siendo esto así, resulta claro que no es el poder judicial quien cuida de estas cosas tan candentes, como son los expedientes judiciales en papel, o los sistemas informáticos que tienen toda la información digitalizada, sino que es un Consejero, un Director General de una Comunidad Autónoma, o un Ministro, que, si pensamos mal, igual pueden ser corruptos y resulta que son los que van a custodiar los expedientes de colegas o amiguetes que puedan estar sometidos a un proceso judicial. En esta misma línea, resulta que también van a cuidar los expedientes de aquellos adversarios políticos que puedan estar inmersos en procesos judiciales. En resumen, como se dice vulgarmente, en el corral es el zorro quien cuida de las gallinas.
Entonces, si todo pertenece y está bajo el control del Poder Ejecutivo ¿dónde está el poder judicial? ¿estará en el despacho del Juez o Magistrado?
Entremos en su despacho: El local es del poder ejecutivo, así como todo el mobiliario, la papelería y hasta el ordenador con el que trabaja. Nada de lo que encontremos dentro del despacho es del Poder Judicial. Sorprendentemente, dentro de ese despacho, sólo hay algo que en principio pertenece al poder judicial, es el Juez o Magistrado que se sienta en la mesa. Y si hacemos una aproximación mayor, igual descubrimos que lo único que pertenece al Poder Judicial, es esa “sesera” que tiene bajo el cuero cabelludo.
Pero amigo lector, puede que aún se le esté escapando algo por alto. El poder Ejecutivo que es dueño de todos los medios, además, se esfuerza con denuedo para apropiarse también de ese pequeño espacio que le falta por conquistar y que es el cerebro del juez. Los jueces son seres humanos que, como todos tienen virtudes y defectos. Cuando ingresan en la carrera judicial quieren hacer las cosas bien y como no puede ser de otra forma, también quieren esforzarse por ascender profesionalmente, pero tristemente, ahí, en esas aspiraciones profesionales, es donde les está esperando el poder político que es el que elige a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. De nada les va a servir que hayan sido muy buenos profesionales y que tengan muchos méritos. Lo único que les servirá es tener buenos contactos entre los políticos que son quienes van a hacer los nombramientos.
Así que, si los miembros del Poder Judicial o los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las diferentes Comunidades Autónomas, o los Presidentes de Sala del Tribunal Supremo, así como el propio presidente de este alto tribunal, van a ser elegidos por los políticos, ya nos podremos imaginar cuales son los criterios que estos políticos van a utilizar. Creo que de nada va a servir una impecable trayectoria profesional, si falta ese padrino político que te va a ayudar a ascender en la cúpula judicial.
Por tanto, amigo lector, queda mas que claro que el auténtico poder judicial sólo queda reducido a esos buenos profesionales que tiene la judicatura y que se resisten a seguir el juego de la clase política. Y por suerte, tenemos que reconocer, que de todos los jueces y magistrados que tenemos en España, son muy pocos los que se pliegan a los intereses del Poder Ejecutivo. Es en esos muchos jueces y magistrados imparciales, donde vamos a encontrar lo que anhelamos los ciudadanos para tener un auténtico Poder Judicial independiente.
Nuestro Poder Judicial, totalmente anómalo en Europa, no sólo no cumple con nuestra Constitución, sino que además incumple las recomendaciones del Consejo de Europa. Y lo mas doloroso de todo esto es que quien se beneficia de este sistema anómalo, no son los ciudadanos, sino los políticos de turno.