Hace algunos días, Pablo Motos, presentador del programa televisivo El Hormiguero, criticaba un comentario que hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la canción que va a representar a España en Eurovisión, titulada “Zorra”. El presentador dijo “Yo no sé que nos pasa porque también hay gente que dice que esta canción va contra el edadismo. ¿podemos dejar de inventarnos palabras?
Vamos a ver Pablo, antes de decir tonterías hay que documentarse bien, ya que la palabra “edadismo” existe desde el pasado año 2022 cuando fue incluida en el diccionario de la RAE, que la define como “discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas”.
Cuando hablamos de edadismo, nos estamos refiriendo a la discriminación, perjuicio e incluso exclusión de las personas mayores por razones de edad, que, basándose en estereotipos, creencias negativas y actitudes perjudiciales, colocan a muchas personas en una clara desventaja sobre otras, debido exclusivamente a su edad.
Las consecuencias negativas del edadismo provocan marginación y exclusión social de muchas personas que van cumpliendo cierta edad, ya que, aun cuando pueden estar en plenas facultades físicas y mentales, por ejemplo, son prejubiladas en las empresas, aunque no estén de acuerdo, una vez que han cumplido 55 años. Otras son excluidas de muchas actividades sociales porque para los organizadores de estas, son unos abueletes.
Estas personas de mas de 55 años que han sido prejubiladas en las empresas, de modo habitual se enfrentan a muchas dificultadas para encontrar empleo en otras organizaciones y son desplazadas del trabajo debido a estereotipos, por ejemplo, de no tener energía suficiente, tener habilidades obsoletas o tener una menor capacidad para adaptarse a los cambios. Además de afectar muy directamente a su estabilidad financiera, incide muy mucho en su autoestima, provoca soledad y aislamiento, además de afectar negativamente a si bienestar emocional y mental.
El edadismo provoca el acceso limitado a muchos servicios y recursos que pueden ir desde el acceso a los servicios bancarios que precisan las personas mayores, hasta una atención médica de calidad, al encontrarse con serias dificultades para contratar un seguro de salud privado. Esas dificultades pasan también por adquirir un coche de renting, un transporte accesible o la participación en programas de envejecimiento activo. Todo esto, sin duda alguna, limita su capacidad para llevar una vida plena y saludable.
Aun cuando las expectativas de vida en España, nos sitúan entre los más longevos del mundo junto con Japón, las actitudes edadistas provocan una percepción negativa de la vejez, generando una mala imagen de los mayores en la sociedad, lo que lleva a estereotipos y perjuicios que afectan a la autoimagen de los mayores, situaciones estas que socavan la confianza y la autoestima a la vez que generan estereotipos que dificultan el envejecimiento activo de los mayores. El estrés que provoca esto, tiene efectos perjudiciales para su salud física y mental al aumentar los niveles de ansiedad, depresión, que llevan a una clara pérdida de su calidad de vida. Es lamentable que se pierda tanto talento senior.
En general, el edadismo tiene el potencial de crear barreras significativas para la participación plena y el bienestar de las personas mayores. Por todo ello, es muy importante que todos nos concienciemos sobre estos perjuicios y que se empiece a trabajar para promover una sociedad inclusiva y respetuosa con todas las edades.