Con frecuencia prácticamente diaria, recibo llamadas telefónicas no deseadas, en las que los operadores intentan ofrecerme servicios, como, por ejemplo, cambiar de empresa suministradora de luz o de telefonía. De modo concreto, no hace mucho tiempo, recibí una llamada que teóricamente me hacían desde mi suministradora de luz y gas, en la que me decía la operadora, que las condiciones del contrato iban a cambiar a inicios del año próximo y que por eso ella me ofrecía la posibilidad de contratar con otro operador en condiciones más ventajosas.
Me pidió que le facilitara las claves de acceso a mi área privada de la suministradora, para que ella pudiere entrar y hacer los cambios necesarios. Ante esta petición le dije, señorita, si usted me está llamando desde la operadora, conoce perfectamente el contrato que tengo suscrito y por ello, no tiene sentido que me pida ese dato. Evidentemente no se lo di, ya que, si lo hubiere hecho, ella habría accedido a todos mis datos, entre los que se encontraría la cuenta corriente en la que tengo domiciliados los recibos que me pasan.
Estas llamadas no deseadas, en las que nos hacen ofertas variadas, no las hacen quienes dicen ser, sino que son ciberdelincuentes que quieren engañarnos y robar nuestros datos. A esto se le llama vishing y se trata de intentos de fraude que utilizan técnicas de ingeniería social para engañar a las víctimas, mediante la suplantación de la identidad de un tercero de confianza, para con ello engañar a los usuarios y obtener información sensible, como datos bancarios y contraseñas, con los que los ciberdelincuentes cometen actividades fraudulentas. Por ello, amigo lector, es necesario que los ciudadanos conozcamos en que consiste el vishing y cómo protegernos de él.
Una llamada habitual es la de un falso técnico informático que llama para solucionar un supuesto problema que tenemos con el ordenador que utilizamos. El ciberdelincuente intentará convencernos de que, para solucionar la incidencia, es necesaria la instalación de un programa de acceso remoto y de esta forma, conseguirá hacerse con el control de nuestro ordenador y una vez hecho esto, podrá acceder libremente a todos los datos que tenemos dentro de él, incluidas claves de acceso, cuentas que tenemos en los bancos, etc.etc.
Otro caso que está siendo cada vez más frecuente, es el de la suplantación de identidad de operadoras de telefonía móvil. En estos casos, ofrecen la participación en un sorteo de regalos exclusivos, como smartphones de última generación. Es importante tener en cuenta que estas ofertas engañosas no solamente llegan a nosotros a través de llamadas telefónicas, sino también a través de mensajes y publicidad online.
Los ciudadanos necesitamos protegernos y lo primero que tenemos que hacer es estar bien informados y sospechar siempre de esas llamadas que no esperas y sobre todo de aquellas que te solicitan actuar de modo urgente. No debemos de facilitar ningún tipo de información personal y menos datos bancarios y además de esto debemos de tener mucho cuidado con esas ofertas tan buenas que nos hacen y si nos surgen dudas, mejor es contactar directamente con esa entidad.
En definitiva, no nos pongamos nerviosos, mantengamos la calma y no sigamos las indicaciones que nos da el ciberdelincuente. Es mas razonable interrumpir la comunicación y ponerse en contacto con la entidad bancaria o empresa en la que soy cliente, para denunciar lo que ha sucedido.