Según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la vivienda es el primer problema que percibimos los españoles, problema grande y multidimensional, que se ha ido agravando de modo alarmante durante los últimos años.
Es una realidad que en el mercado de la vivienda hay muy poca oferta nueva, y esto nos lleva a que para dar cobertura a los hogares existentes o a los que se están formando, desde el año 2010 haya un déficit acumulado de 740.000 viviendas. El número de hogares que se crean cada año, supera con creces al número de viviendas nuevas que se terminan. Además, nos encontramos también con que, en muchas zonas, la vivienda no está siendo usada para residencia habitual y por ello hay viviendas vacías que merman el parque disponible para la demanda de residencia habitual.
A esto añadimos que los precios son muy elevados y hay muy pocos recursos públicos para acceder a una vivienda asequible, tanto en compra como en alquiler. Se acumulan problemas de suelo urbanizable, de tramitación debido a las trabas urbanísticas y constructivas y las grandes dificultades de acceso para las personas mas vulnerables, agravan el problema. Además de eso, tenemos una escasa proporción de viviendas protegidas o de alquiler público/social, algo que nos lleva a estar muy por debajo de la media europea.
Pese a ser el principal problema de los españoles, en este ejercicio 2025, el Gobierno aún no ha incluido ningún plan o medida sobre la vivienda. Sólo hay planteado un Plan Estatal de Vivienda 2026-2029 que aún está por definir, pero que fija como objetivo ampliar en esos cuatro años el parque público de vivienda, hasta el 9%. A principios de este año, el presidente del Gobierno manifestó que esta iba a ser la “legislatura de la vivienda” y la ministra del ramo se limitó a manifestar que “las viviendas deben de ser para vivir y no para especular”.
El malestar social ya se siente en las calles y han sido múltiples las manifestaciones que ha habido en los últimos meses, pero, pese a estas movilizaciones, el programa del ejecutivo para la vivienda se limita a prometer que se aprobará un decreto para tener en los próximos ejercicios, programas de ayuda a la vivienda, así como “repensar” la política de vivienda.
Los precios de los alquileres han subido un 7,7% en solo tres meses y en las grandes ciudades s superan los 1.300€ de alquiler mensual, y la única decisión del Ejecutivo es “repensar” para ver qué hacer. Es cierto que hay un Programa de Ayudas al Alquiler que dan hasta el 50% de la renta mensual para facilitar el acceso las personas que tengan bajos ingresos, pero la burocracia es tan horrorosa, que resulta complicado hasta para formular la solicitud.
Los socios del gobierno llevan meses exigiendo medidas concretas y rechazan que todo se reduzca a plantear un Plan Estatal como única medida que salga del Consejo de ministros en 2025. De hecho, dentro del propio Gobierno la vivienda es uno de los asuntos que mas enfrenta al PSOE y a Sumar. La coalición liderada por Yolanda Díaz propuso a finales del año pasado que se modificara la ley para que las Comunidades que apliquen topes a los precios del alquiler, tengan derecho a recibir los fondos públicos que ofrece el Estado, pero esa opción no fue aceptada por el PSOE.
El gran problema es que, entre tanto los miembros del gobierno discuten y pelean, no se aprueba ninguna medida concreta y esto nos lleva a que, como ejemplo, el precio de la vivienda haya subido en España mas del doble que en el resto de Europa y esto nos coloca en la deshonrosa posición de ser los cuartos en mayor subida de precios del continente.
Termino diciendo que mucho bla, bla, bla, pero ninguna medida concreta. Mal vamos.