Me resulta sorprendente ver como ciertas organizaciones no gubernamentales (ONGs), están recibiendo enormes cifras de dinero público, en calidad de subvenciones, que les otorga el gobierno para sustentar sus gastos operativos, entre los que se encuentran los sueldos del personal, que incluyen altos salarios para sus presidentes, vicepresidentes, directores ejecutivos, gerentes de programas, coordinadores de proyectos y otros roles necesarios para gestionar las operaciones de la organización.
Por las informaciones que he encontrado rastreando por las redes, he visto que la Fundación Cruz Roja, nacida en 1993, con el fin de apoyar a la Cruz Roja Española para que realice su misión, en los tres últimos años, ha recibido mas subvenciones que nunca por parte del Gobierno de España. De modo concreto, tras publicar sus cuentas, en el pasado ejercicio 2023, ha percibido 770.451.513€, cifra esta que representa un 37% mas de ingresos que en el ejercicio anterior y según parece, más del 80% va destinado a pagar sueldos.
He visto también que Therese Hamaa, pareja del Ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Alvares, ha captado la atención de muchos medios de comunicación, al ser nombrada vicepresidenta de la Cruz Roja. Antes era vicepresidenta en Openchip&Softwae Tecnologies, empresa que según informó el Confidencial, recibió en mayo 111 millones y euros, aun cuando no tiene ninguna facturación.
Como todo el mundo sabe, los voluntarios de la Cruz Roja no cobran nada y realizan su misión de modo altruista, acudiendo si pueden, a donde se les llama y resulta sorprendente y doloroso a la vez, que con lo que ocurrió en Valencia, la Cruz Roja no estuviere allí. Hubo miles de voluntarios echando una mano, pero no se ha visto a ninguno que vistiera la indumentaria roja propia de la Cruz Roja.
Cuando se trata de recibir a inmigrantes ilegales, veo que el Consejo de ministros, hace unos días, ha aprobado un Acuerdo que autoriza a la Dirección General de Inclusión, de la Secretaría de Estado de Inmigraciones, a conceder una nueva subvención a la Cruz Roja por una cuantía de 26.586.155€, destinada a atención humanitaria de personas migrantes.
Como he oído a alguien, la Cruz Roja también ha sido colonizada por nuestro gobierno y por eso se le da dinero entre otras cosas, para recibir inmigrantes ilegales, a los que, cuando desembarcan en las Canarias, se les colocan mantitas rojas para que no tengan frio. Estos inmigrantes ilegales que supuestamente llevan once o doce días de viaje desde Mauritania, en cayuco, llegan con sus teléfonos móviles con la batería cargada y es lógico pensar que los cayucos no llevan cargadores para enchufarlos.
La realidad es que las cosas no son así, ya que estas personas navegan en buques nodriza de las mafias de tráfico ilegal de personas, que sí tienen cargadores para el móvil, y cuando estos buques llegan a unas 20 millas de nuestras costas canarias, hacen una llamada al Open Arms, para avisar de que en 10 horas llegan. Y es sorprendente que con la cantidad de buques que hay navegando, ninguno localice ningún cayuco, excepto el Open Arms que siempre llega a tiempo y siempre los encuentra Después de todo esto, llega el entramado de la recepción por parte de la Cruz Roja que les da mantitas rojas, bailan con ellos, les dan vestuario de Primark y los alojan en hoteles que pagan con las subvenciones, algo que lleva a que los hoteleros incluso ganen mas dinero que con los turistas.
¿Cómo es posible que la Cruz Roja ahora, gaste montones de dinero en empresas de publicidad para lavar la cara y desmentir las informaciones difundidas? Una de ellas, según parece, relacionada con la pareja del ministro Alvares. Y, además, estas informaciones aparecen justo cuando se ha cuestionado con insistencia en papel de la Cruz Roja en la tragedia de Valencia.
Todo da a lugar a pensar, por tanto, que este gobierno que tenemos, no sólo trata de colonizar las instituciones, sino también a las ONG que le interesan. Lamentable.