Es público y notorio el elevado nivel de polarización política que tenemos en España. Sólo basta con leer la prensa, escuchar una emisora de radio o ver programas de televisión, para ver de modo más que manifiesto, que nuestro sistema político está altamente polarizado.
En este contexto, acabo de leer el informe anual 2024 del Banco de España, en el que, de modo concreto, se recoge que la polarización política se ha incrementado de manera continuada en muchos estados del área euro, pero destaca de modo particular el alarmante incremento que se registra en España, algo que resulta muy preocupante. El informe del Banco de España contiene un apartado que dedica enteramente a analizar este tema, que considera de primera magnitud, ya que incide muy directamente en nuestra economía.
No hace falta ser un experto económico para entender que cuando más grande sea la polarización y cuanta más distancia haya entre los partidos políticos, los problemas serán mayores, ya que estas fuertes confrontaciones partidistas, provocan una muy escasa cooperación, provocan un preocupante bloqueo legislativo, ante las serias dificultades para ponerse de acuerdo y llegar a consensos tanto en la política general de nuestro país, como para alcanzar un mayor desarrollo económico.
Es incuestionable que la alta polarización genera unos enormes conflictos partidistas y un escaso nivel de cooperación entre los distintos actores políticos, algo que nos lleva al bloqueo legislativo al no poder alcanzar acuerdos que son a todas luces necesarios para nuestro país.
Si las reformas que son necesarias se retrasan una y otra vez, si seguimos sin Presupuestos del Estado, si se sigue generando un elevado e ineficiente gasto público, la incertidumbre sobre nuestra estabilidad económica cada vez será mayor. Además de esto, la polarización provoca frecuentes cambios en las políticas económicas y esto influye de modo manifiesto en el entorno empresarial, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas.
Igualmente, esta alta polarización distorsiona sin ninguna duda, la percepción que los ciudadanos tenemos sobre la situación económica y esto provoca una reducción de los niveles de confianza y en las decisiones de gasto que tomamos ante tanta incertidumbre. Este problema polar también influye de modo claro en el mundo diplomático y en la estabilidad de las relaciones exteriores con otros países que también sufren esta polarización.
En nuestro caso, hemos de tener en cuenta que el Gobierno actual, aún no ha sacado adelante unos Presupuestos, desde 2023 y las cuentas públicas son la piedra angular de nuestra economía. Sin mayoría suficiente en el Congreso, lleva al gobierno a prorrogar las cuentas año tras año, aun cuando el escenario geopolítico es diferente. Y si esto fuere poco, además el Congreso finalizó el 2024 con una treintena de leyes bloqueadas hasta no se sabe cuándo.
La incertidumbre que genera esta polarización provoca, entre otras cosas, que se reduzca de modo alarmante la inversión en nuestro país y esto es causa que el PIB no levante cabeza, que no haya recuperación económica y que los miles de millones que hay de fondos europeos desaparezcan.
Así pues, es a todas luces necesario que esta polarización desaparezca, que entren en juego políticas centristas y con ello, en vez de perseguir intereses personales y de partido, se piense solo en gobernar para los intereses de los ciudadanos. ¿será mucho pedir?