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Con la nueva Ley del Aborto y la resolución sobre la píldora del día después, la situación que se plantea es la siguiente: Una niña mayor de 16 años puede abortar sin el consentimiento de sus padres, con lo que la Ley tácitamente la proclama mayor de edad. Igualmente, sin ningún tipo de control médico puede acudir a una farmacia a que le dispensen la píldora.
Al margen de cuestiones morales, religiosas o familiares, la ciudadanía tiene que saber que estamos ante normativas absolutamente incoherentes y contradictorias con otras disposiciones legales incluso de superior rango.
Veamos ejemplos:
Un Facultativo ante cualquier intervención quirúrgica, por leve que sea, debe de solicitar el consentimiento del paciente. Cuando se trata de una chica menor de 18 años, como no tiene capacidad legal para decidir, este consentimiento ha de ser prestado por sus padres. Pero, absurdamente, cuando se trata de un aborto que evidentemente precisa de una actuación quirúrgica, a esta niña se le da capacidad para decidir porque es mayor de edad. Sin autorización paterna no puede hacerse un tatuaje, no puede hacerse un arreglito de cirugía plástica, pero sí puede abortar.
Una chica entre 16 y 18 años, legalmente es menor, y si desea emanciparse, la ley se lo permite, pero con el consentimiento de los padres o tutores y en su caso, mediante resolución del Juez correspondiente. Cuando se trata de abortar, la nueva ley quiere hacerla mayor y ya no se necesita que sus padres o un Juez la emancipen.
Una chica entre 16 y 18 años sí puede casarse, pero, como se decía antes, si no está legalmente emancipada, necesitará el consentimiento de sus padres o tutores. Por tanto, sin consentimiento, legalmente no puede casarse pero sí puede abortar.
Una chica entre 16 y 18 años, no puede conducir coches, no puede votar, no puede obtener un pasaporte para viajar al extranjero sin el consentimiento de sus padres, porque el Código Civil la considera menor de edad. Es decir, el viaje al extranjero tiene una gran enjundia y por eso necesita permiso, pero, abortar es poco relevante porque no precisa de autorización alguna.
Una chica de 16 a 18 años, no puede comprar alcohol o tabaco, porque la legislación vigente dice que es mayor de edad, pero si puede abortar, con lo que beber o fumar es un tema mucho mas serio que abortar.
Ante el Código Penal, una chica entre 16 y 18 años, si comete un delito no irá a prisión y será llevada a un centro de acogida, porque aunque tenga mayoría de edad penal, legalmente se entiende que no está lo suficientemente formada para encerrarla junto con las mujeres adultas. Pero, contrariamente para abortar es mayor.
Ante la Legislación Laboral, una chica entre 16 y 18 años no puede formalizar un contrato de trabajo porque es menor de edad, y para hacerlo precisará del consentimiento de sus padres o tutores. Pero, para abortar no necesita ese consentimiento.
Por último, y en lo que se refiere a la píldora, todo el mundo sabe que ningún medicamento es inocuo, porque entonces no curaría, y por eso se precisa que un Facultativo de la correspondiente prescripción médica. Por eso, una chica de 16 a 18 años para curarse una amigdalitis, precisa que un médico le extienda la correspondiente receta para adquirir un antibiótico. Pero, cuando se trata de la píldora del día después, no pasa nada, sencillamente se va a la farmacia y se la pueden suministrar. Las contraindicaciones que pueda tener esta píldora, no importan nada.
Creo que mas incoherencias no caben. Por tanto, hablemos claro, ¿es que este Gobierno tan progresista pretende que los jóvenes mayores de 16 años sean mayores de edad? Pues, entonces, que modifique toda la legislación. Pero ¿esto es coherente?. Yo soy padre, y como cualquier padre se que mis hijos, con 16 a 18 años, por mucha libertad que les diere, precisaban de mi tutela para madurar. Ahora mismo que ya tienen edades adultas y en edad casadera, he hablado con ellos para contrastar su opinión y están totalmente de acuerdo conmigo.
Señores políticos, que tanta permisividad no es buena, que si consentimos abortos sin más, que si consentimos repeticiones y mas repeticiones de asignaturas para superar cursos académicos, que si consentimos todo lo que les venga en gana, flaco favor estaremos haciendo a esta sociedad. Yo ya no lo veré, pero si seguimos así, malas cosas auguro para mis nietos.