Normalmente, si soy militante de un partido político y me siento satisfecho con sus principios, fines e ideario, con sus postulados, con su democracia interna (elecciones primarias), con su transparencia y con su buen nivel de comunicación, me sentiré muy motivado para trabajar en su favor y contribuir a alcanzar el mayor nivel de éxito posible. Además, si soy usuario de eso que ahora los técnicos llaman entorno multicanal –a través de internet- es posible que hable muy intensamente con todos mis contactos, de las razones que me llevan a apoyar ese partido.

En estos escenarios, ese partido político debe de mejorar las relaciones con sus militantes y simpatizantes, para vincularlos a medio y largo plazo y para ello crean los necesarios canales de comunicación. Es en estos canales donde empiezas a oír a los dirigentes del partido y parece que se les llena la boca hablando de democracia interna, de participación de los militantes, del gran activo que para el partido tienen esos militantes, etc.etc. Tengo una militancia fantástica…..;con el programa de participación……; he montado un plan para los militantes que….; mi catálogo de acciones….; la participación de los militantes en las carpas…. bla.bla.bla.

Claro, como tú no das casi nada a tus militantes, te sentirás feliz. Pero, amigo Secretario de Organización ¿qué pasa con las recompensas de tipo emocional que yo y cualquier militante puede esperar? Perdona Guillermo, yo soy un político experimentado. Y ¿qué pasa con la información que quiero encontrar por boca el partido, en vez de encontrarla en los medios de comunicación? Discúlpame Guillermo, tú no estás muy al loro de lo que pasa en la prensa y en las nuevas tecnologías.

Vamos a ver amigo Secretario de Organización, seamos claros y honestos. Yo como militante, no soy el centro de tu partido y tu partido no es fiel a mí como militante. Para ti el militante sólo es un instrumento con el que consigues tener visibilidad en los cafés ciudadanos, en las carpas informativas y consigues que trabaje como un burro –con todo el respeto a los burros-, para elaborar propuestas y medidas. Y aun así ¿quieres que se quede calladito y que siga trabajando más, sin rechistar? y ¿que pese a que haya votado unos candidatos tras las preceptivas elecciones primarias, vengas tú, sin comunicarme nada e impongas otro candidato? y además ¿Qué siga trabajando infatigablemente en todo lo que tú me pidas?

Amigo Secretario de Organización, entérate de una vez por todas de estas cuatro cosas que te quiero decir:

Yo no quiero recibir palmaditas en la espalda para acto seguido decirme, ala sigue trabajando y no te preocupes que el partido lo tiene todo controlado.

Yo, junto con otros muchos militantes y simpatizantes, soy la razón de ser de tu partido y por tanto preocúpate de cuidarme más.
Yo no soy un simple instrumento para conseguir tus objetivos y por tanto quiero que te comuniques conmigo como a mí me gusta, que me respetes, que no me engañes o digas verdades a medias, que valores mis opiniones, que respetes las decisiones tomadas por los militantes, estatutariamente y que no hagas como otros partidos pasándose por el arco del triunfo, estatutos, reglamentos y militantes.

Dame el trato que merezco por favor, valorando mi trabajo, valorando mis opiniones, y respetando las decisiones que la asamblea local haya adoptado.

Respeta, como ha dicho el Presidente de tu partido, las decisiones que legalmente hayan tomado tus militantes en una región determinada. No nos impongas cabezas de lista de personas que vienen de otro partido y que sin duda van a hacernos perder militantes y votos. Escucha a los que están apegados en el territorio y que son los que mejor conocemos a esas personas que tú quieres imponer.
Yo espero seguir siendo militante. Por tanto, invierte en mí y sé más dinámico.

Y si no haces esto, el día que te encuentre por la calle te diré ¿sabes quién soy? pues..soy el militante que acabas de perder. ¿te enteras?