LA CALLE DE MACANO

            El pasado viernes,la Juntade Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo aprobó otorgar el nombre de una calle a D. Eduardo González, médico cardiólogo que nos dejó el pasado mes de septiembre víctima, cómo no, de un cáncer, esa pandemia que nos asola a diario, que se lleva a los buenos, a los mediocres y a los malos y contra la que no somos capaces de luchar más allá de hacerle pequeñas heridas, mientras nos devuelve dentelladas mortales.

            Tuve ocasión de glosar la figura de D. Eduardo el pasado mes de septiembre y, siendo concejal de Estadística del Ayuntamiento de Oviedo,  aprobar la concesión de una calle al padre de D. Eduardo, también médico ejemplar y, como su hijo, humanista del siglo XX en el más amplio sentido de la palabra. De los que trabaja la medicina, cultiva el deporte, apoya la cultura y aún tiene tiempo para ayudar a los demás siempre que puede.

            Es una gran iniciativa, pero si me permiten una recomendación, llámenla calle de Macano. Quienes teníamos el orgullo de considerarnos sus amigos, siempre le llamamos así. D. Eduardo en su consulta, pero Macano en cuanto se retiraba la bata. Creo que uno merece que le recuerden en sus mejores facetas, aunque para D. Eduardo eran todas. Hacía sencillo lo difícil.

            Y creo esta una ocasión apropiada para defender fervientemente que las calles de nuestra ciudad lleven el nombre de nuestros insignes conciudadanos. Olvidemos ya aquellas guerras fratricidas, tan alejadas de los ciudadanos, sobre si hay que mantener o retirar el nombre a Fernández Capalleja por su pasado franquista. Yo prefiero que Fernando “El Pistolu” tenga una calle en Montecerrao, que “El Tarangu” esté presente enLa Corredoria, que haya dos insignes obispos enLa Floridao que una preciosa plaza deLa Argañosase llame “Ángel González”.

            Considero que a la gente debe estimularle saber que grandes ovetenses fueron hombres que dejaron huella. Y que el callejero les recuerda por cómo fueron y por cómo vivieron. Los futuros campos deLa Pixarra(bendita Emilia, cuántos recuerdos teñidos de azul) llevarán el nombre de Tensi y enLa Corredoriase homenajea a nuestro árbitro más internacional.

            Si nuestros ciudadanos pasaron a la historia, no seamos tan quijotes como para que sean otros quien lo reconozcan. Tenemos callejero bastante. Oviedo crece, poco a poco, pero el nomenclátor sigue teniendo huecos que tienen aspirantes sobradamente meritorios para ocuparlo.

            De momento, Macano ya se queda para siempre en su ciudad.