ME DA ASCO ALBERT PLA
¿No viene un imbécil a nuestra tierra a dar un concierto, pagado, al menos parcialmente, con dinero público de todos los asturianos, y por ello de todos los españoles, y dice que le da asco ser español y que a todos debería darnos asco?. Y lo peor de todo ¿No hay alguno, compatriota nuestro, político en activo o personaje de cierta notoriedad pública, que le jalea o habla de “censura” ante la suspensión del concierto?.
La imbecilidad, entre el retraso mental leve o idiocia y el retraso mental agudo, la padecen aquellos que, entre otras cosas, no pueden controlar sus palabras y son ofensivos e insensatos ante quienes les escuchan. Y este tipo no es un provocador, es directamente un imbécil, porque nadie en su sano juicio puede decir tonterías de ese calibre con ninguna finalidad, por aviesa que aparezca en su mente. ¿Acaso se imaginan ustedes que quien les habla, humilde escritor de novelas, se plantase en una firma de libros en Badalona y dijese que le dan asco los catalanes, y que todos deberíamos sentir idéntico asco?¿Creen que se quedaría uno solo en la sala si no fuera porque es sordo y no le han traducido?.
Por supuesto que no. Y por supuesto que la cancelación es la única opción posible. Echarle lejos de aquí y, a poder ser, que no vuelva. Yo, en mi casa, tenía un disco suyo, no se lo niego, el que tenía la canción de “Joaquín el necio” que era un buen tema. Y digo tenía porque el sábado por la tarde, tras una búsqueda intensiva, fue depositado en el contenedor de basura, en pedacitos muy pequeños. Pedacitos similares a la película Aigbag, que tuvo el mismo destino porque salía este tipo despreciable.
Sobre los que le jalean, poco que decir. Están hechos de la misma pasta que él. Esa que se deshace en el agua y deja mal olor en el ambiente. Los que hablan de censura, hay que perdonarles por inconscientes. Quizá nunca han vivido lo que es censura de verdad. Yo tampoco lo he vivido, pero he estudiado, y sé que cuando uno no puede decir lo que piensa, no puede hacer lo que desea, no puede reunirse con otros, no puede ir donde le place, eso es censura. Este individuo ha dicho lo que quería, por mucho que nos duelan los oídos al escucharle. Eso no es censura, porque ha dicho lo que estimaba. A partir de aquí, uno debe ser consecuente y asumir el resultado de sus palabras. Si falta al respeto a quienes le pagan, lo menos que se puede hacer es negarle nuestro dinero.
Aplaudo hasta que me duelan las manos la decisión de la Alcaldesa. No hay dinero mejor gastado que el de indemnizar lo que corresponda por la cancelación. Y sin colaboración, alcaldesa, que les lleve al juzgado. Que se gaste el dinero y pague la tasa judicial. Todo lo demás sería un error. Ya saben aquello de que cuando un tonto gana no se hace más listo. Simplemente es un tonto que, en una ocasión, ha ganado.
Si necesitan colaboración, cuenten con 30 € que pongo yo. Me privo de un concierto, pero me doy una satisfacción. Prefiero comer el domingo que viene en mi casa antes de que este tipo toque en esta región.
Y, al parecer, tiene previsto otro concierto en Asturias, y vamos a tolerarlo. Ya estoy mirando la fecha. Ya saben que no me gusta lo de salir a la calle, pero si hace bueno esa tarde, igual nos acercamos hasta la puerta del evento a gritarle el asco que nos da. ¿Se apuntan?.