Hay días, incluso semanas, que leer el periódico es un drama.  Oviedo se ha convertido en una gran, una perpetua página de sucesos, en la que podemos ver que ha ocurrido de todo, y, lamentablemente, nada bueno.

            Basta leer este diario decano del pasado jueves para percatarse. Esta ha sido la semana en que dos desalmados han matado a un niño y lo han metido en una maleta. Dos animales que no merecen tratamiento como personas, pero a los que ampara la ley, que será la misma que los castigarán, seguro que menos de lo que merecen.

            Mientras tanto, un arquitecto y dos empresarios condenados a pagar 80.000 € a un trabajador tras un accidente laboral. En el pie, el joven que se hacía pasar por hijo de Álvarez del Manzano para dejar “pufos” a cuenta de fiestas en el Antiguo (la precuela de  “Nicolás”, ya saben), o la petición de fiscalía de 12 años de prisión para un hombre que pegaba y agredía sexualmente a su pareja.

            Si cambiamos de página, un año de prisión para un individuo por una estafa. En esa misma, el crimen de la calle Fuero, del que los forenses determinan que fue de extrema violencia y para cuyo autor se piden entre 13 y 20 años de prisión.

             Tiene uno que llegar a la página 6 para encontrar actividad municipal. Después se pasa al capítulo de corrupción, que ocupa muchos titulares a cuenta de la Consejera Esther Díaz y la empresa, que siendo suya y de su marido, ni le sonaba ni había pasado cerca. Y luego hablan de la Infanta, pero son incapaces de inventar siquiera una excusa mejor. Si, como parece, es parte activa de la empresa, quizá haya prevaricado. Si siendo socia ni siquiera lo sabe, ¿esta es la gestora que necesitamos para asuntos públicos?.

            Sigamos avanzando. El exconcejal de Urbanismo de Cangas del Narcea, imputado en la Operación Pokemon. Pasamos a las facturas de Aquagest que pagó supuestamente a un Director General del Gobierno del Principado de Asturias y al Presidente de Cantabria. De ahí a la gestión del Montepío y los supuestos sobres y maletines.

            Acabamos con la posible detención de ocho ministros franquistas, instada por una juez argentina. Y acabamos por agotamiento, no porque no haya más. Simplemente porque hemos pasado de Oviedo a Asturias, de ahí a España y de ahí al mundo, que lamentablemente, es un sitio en el que cada día da más miedo vivir.

            Para encontrar un evento cultural hemos de avanzar cerca de 50 páginas, porque la actualidad no es la cultura. Porque hemos convertido esta ciudad, esta región y este país en un lugar donde se matan niños y adultos, se maltrata a mujeres, y, quien tuvo un puesto político y no lo merecía, robó sin criterio y se creyó tan encima de los demás que incluso declinó pagar su estancia en el Hotel Balneario de Las Caldas.

            Hay días como estos, en que es mejor no mirar alrededor. No quiero pensar que lo que dejamos detrás sea este estercolero, en el que algunos se sentarán para tomarse un mojito, pero a otros no se nos quita el regusto amargo de la bilis en la boca. Del sabor férrico que nos deja en el paladar una realidad intragable.

            Lo único bueno es que la semana también pasa, como todo. Se hace camino al andar y esto debe ser parte del que nos toca. Me quedo con que en el Campoamor comienza MADAMA BUTTERFLY , y que EL COMERCIO organiza un concurso de relatos en asturiano. Eso es lo que prefiero de postre. Los entrantes y los platos principales, sinceramente, no he podido digerirlos.