>

Blogs

Iván de Santiago González

Lecturas Voluntarias

PESADILLA ANTES DE NAVIDAD

 

            Todos conocemos el título de la comedia americana, pero a veces la tragedia pasa a nuestro lado por la calle y ni siquiera la vemos. A veces nos roza, y no la sentimos. Solamente de vez en cuando nos ataca. Entonces ya es demasiado tarde.

            Es Nochebuena. El centro de Oviedo bulle. Son las 14.30. Unos brindamos con los amigos, otros acaban sus compras, otros cierran los detalles de la cena … pero la ciudad está en la calle. Hay 14 grados y un resol de invierno casi sin fuerza que lucha por abrirse paso entre las nubes.

            Se oye música en la calle San Bernabé. Algunos comercios no han cerrado sus puertas, e incluso otros tienen una copita de cava y unos dulces a la entrada. Nadie tiene prisa, es Nochebuena.

            Pero hay alguien que sí la tiene. Acaso por error, pero la premura le acecha en un día tan especial. Es el comisionado por la pesadilla antes de Navidad, aunque quizá ni él mismo sepa su cometido.

            En la Calle San Francisco la cola sale por la puerta de Rialto, mientras la gente puebla la terraza de La Corte. La Plaza de la Escandalera es un continuo río de gente que va y viene. De música por los altavoces, de los lazos rojos del edificio de Cajastur que iluminan cada Navidad, encendiéndose alternativamente, para que siempre que uno pasa, y son varias veces al día, haya alguien mirándolos.

            Y de repente el estruendo. En un solo segundo. Un ruido seco, atroz. Y a continuación el silencio. Y después los gritos y los llantos. Y no suena ni un frenazo.

            Un individuo ha arrasado el semáforo del cruce de la Escandalera, se ha llevado por delante todo lo que se encontraba – sobre todo, siete personas – y sigue avanzando a toda velocidad por la calle frente al Teatro Campoamor. No se detiene hasta muchos metros después.

            Nadie se explica nada, pero nadie pregunta nada. Hay un reguero de heridos, y algunos han sido azotados varios metros, incluso al carril contrario de la calle. Pocos se preocupan por el causante, que es detenido por la Policía local y sale aturdido de un coche pequeño capaz de causar un daño gravísimo.

            Lo cierto es que la gente se echa al suelo a tapar y ayudar a otros que no conoce, y no pregunta nada. Solamente intenta colaborar. No pasan cuatro o cinco minutos hasta que llegan las ambulancias. Afortunadamente parece que hay dos heridas graves, el resto son contusionados.  Todo es muy extraño, pero es real.

            Hoy tocaba que la pesadilla se acercase más a nosotros. A los que estaban en el paso de peatones, a los que nos faltaban apenas 15 pasos para estar en él, a los que acababan de cruzar…

            Y sin duda para el encomendado por la pesadilla para realizar una labor tan ingrata también lo ha sido. No sabemos motivos, ni nos importan. Sabemos que es un hombre de avanzada edad que quizá debiera moverse en transporte público, pero ya es cosa de jueces, no nuestra.

            Lo verdaderamente importante es que, por fuerte que se crea la pesadilla, sigue siendo más fuerte la Navidad. Ver a la gente tirada en el suelo ayudando a otros nos lo deja clarísimo.

Temas

Sobre el autor

Abogado y escritor. Grafólogo. Presidente de la Sociedad Asturiana de Grafología. Profesor de la Escuela de Práctica Jurídica y del Máster en Abogacía de la Universidad de Oviedo. Autor de cinco novelas publicadas y ganador de varios premios de relato. Exconcejal del Ayuntamiento de Oviedo en el período 2007-2011.


diciembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031