PASOS DE CEBRA TRICOLOR
Como lo oyen, así en crudo. Sin digerir y sin cocinar. Esa es la nueva propuesta estrella del Gobierno municipal de Oviedo. Salen a la palestra y dicen cosas como ésta, no se ponen colorados, vuelven a sus despachos, y listo. Ya está dicho, ahora digiéranlo ustedes.
Esta es la penúltima. No digo la última porque esa siempre estará por venir. Tras el Asturcón, la Oficina de Recaudación fallida, echar a las cofradías de sus locales, y tantas que, en un año, escribiríamos un periódico completo.
Pues ahí lo tienen. Resulta que el gobierno municipal ovetense tiene la intención de pintar con la bandera del Orgullo Gay los pasos de cebra para “hacer notorios” a los colectivos de gay, lesbiana y transexuales. Hace un año, lo recuerdo como si fuera hoy, uno de los primeros actos del nuevo gobierno fue colgar la bandera del Ayuntamiento – en un año ya hemos visto tanto colgado del Ayuntamiento que ya nada nos extraña – y que la vicealcaldesa dijese, sin encomendarse a Dios ni al demonio, que iba a reservar plazas para los transexuales en las futuras oposiciones. Extraño cuando menos en una compañera, letrada en ejercicio, una afirmación contraria a derecho. No puede primarse a un colectivo con discriminación positiva si no es por disposición legal. Y hay que recordarle al gobierno municipal que se legisla en la Carrera de San Jerónimo, en el Congreso de los Diputados, no en la Plaza del Ayto de Oviedo. Tan es así que ha pasado un año y, como era lógico, aquello quedó en nada. En nada de nada.
Quizá dolidos por no poder reservar plazas en las oposiciones a quien les plazca, ahora resulta que quieren visibilizar al colectivo y pretenden tomar medidas de eficacia plena, contundencia moral y repercusión jurídica: pintar los pasos de peatones.
¿De verdad que no se ruborizan cuando dicen estas coas? El mismo día que escuché la noticia hablé con un amigo mío íntimo, gay orgulloso y notorio, y con su marido. Les pregunté si era que yo soy un tipo extraño o esto es una tamaña tontería. Ellos mismos me decían que era un absurdo, que es tratar a los colectivos de homosexuales como si necesitaran ayuda como niños, o como bichos raros. Y ellos, en pleno siglo XXI, no son bichos raros, son personas normales, mis amigos, y se meten en la cama con quien quieren, no es cosa mía, ni de nadie que no sea ellos mismos. Y por supuesto, no lo es del gobierno municipal.
Misa amigos, los gay, y otros muchos, no quieren que ustedes les humillen pintando los pasos de peatones ni tratándoles como bichos raros. Son personas normales como usted y como yo, y solamente quieren ese tratamiento. Ni más ni menos. Nada distinto que lo que piden el resto de ciudadanos.
Y el resto de ciudadanos pedimos que, con el dinero que les pagamos, se dediquen a gobernar esta ciudad, a crear empleo, a ayudar a sus ciudadanos. Y se dejen de pinturas tricolores, que podrán gustarles o no, pero no son solución para nada.
PD. En eso del trabajo, Sr. López, le recuerdo que la pista del parque de invierno ya lleva 12.5 meses cerrada sin que usted sea capaz de abrirla. Allá podrá pintar en tricolor si lo desea, pero solamente el día que sea capaz de abrirla. A este paso, como ya le he dicho varias veces, para noviembre, entre el agua y el hielo.