>

Blogs

Iván de Santiago González

Lecturas Voluntarias

LECTURAS DE VERANO

LECTURA DE VERANO

 

         Todos los años, a estas alturas, comento con ustedes una posible lectura de cara al verano que ya estamos viviendo. Hace ya un quinquenio de esta costumbre – quién lo diría, cómo pasa el tiempo – y alguno de ustedes me lo han agradecido en el blog, así que vamos a repetirlo.

            Pero este año, además de recomendar algo y hablar sobre su contenido (sin hacer un “spoiler”, por supuesto) tengo que comenzar desechando algo que ustedes verán en todas las listas de éxitos. Recordarán que el año pasado este mismo humilde cronista les recomendaba sin dudar, con pasión, y con razón, “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, una novela magistral de un autor novel, Joel Dicker, que se encumbró por mérito propio, logrando vender miles de ejemplares merecidamente. Era de esas novelas cuya trama envuelve desde el inicio, y con una prosa clara, sencilla, acaso sin pretensiones pero también sin ambages, transmite una historia y lo hace bien.

            El caso es que esperamos con avidez la segunda novela de Dicker. Y llegó antes del verano. Se llama “El libro de los Baltimore”. He de confesarles que esperé como loco su llegada, e intenté incluso comprarla en inglés, hasta que se tradujera, en verión ebook, pero la llegada en español me cogió en su lectura, y, cómo no, me pasé al idioma patrio.

            Pero la decepción ha sido mayúscula. Es una historia banal, sin fuelle, que cuenta cosas, pero no engancha, en la que no pasa nada relevante. Cuatrocientas páginas de la historia de una familia que no llena en absoluto al lector, que espera maravillas como las que tuvo en su mano con Harry Quebert. No merece la pena que dediquen su verano a ella. Uno acaba, con la novela en la mano, y tiene la sensación de haber leído algo que no quedará en su memoria, que en apenas una semana habrá olvidado, que no ocupará su lista de preferidos. Una auténtica lástima y 22.50 € invertidos erróneamente.

            Así que una vez que sabemos que no es buena inversión, económica y de tiempo, sí les voy a hacer un par de recomendaciones, que no podemos quedarnos con el mal sabor de boca que nos deja Dicker.

            Si quieren acción, una novela con pulso, disfrutar de algo vivo y real, de una aventura de ficción que mantiene al lector plenamente enganchado, les recomiendo “La chica del tren”. 32 idiomas y 6 millones de ejemplares no pueden estar equivocados.  Paula Hawkins, también autora novel, ha conseguido enganchar en su lectura a todos los que han tenido la novela entres sus manos. Baste, a mero ejemplo, que en esa costumbre que ya les he narrado en alguna ocasión, de mirar en la playa qué lee la gente, “La chica del tren”, la pasada semana, en la playa de Sagres, en el Algarve, estaba en al menos cuatro manos, en cuatro lenguas distintas.

            Y si son de los que aprovechan el verano para una lectura pausada, de esas que se acompaña con el ronroneo del mar y una cerveza, puedo indicarles, si me permiten, algo histórico. Ustedes leen este artículo el 16 de julio de 2016 (felicidades a todas las Cármenes, por cierto) y en apenas dos días se cumplirán 80 años del alzamiento nacional, que desembocaría en la guerra civil y en 40 años de dictadura.

            Esa guerra se llevó por delante intelectuales y a quienes no lo eran. Pero, entre los grandes misterios aún insondables, está la muerte de Federico García Lorca, cuyos restos se buscan desde hace dos decenios.  Fue en el mes de agosto de 1936 y  Juan Ramón Iborra ha recopilado lo que se ha escrito y ha investigado. Le han contado y ha escuchado, tenía las fuentes de primera mano y con ello nos cuenta, en “La otra muerte de Lorca” todo lo que no sabíamos, para poder alumbrar un relato histórico y novelesco certero sobre lo que ocurrió en Granada hace casi ochenta años. Cómo se odiaba al maestro Lorca por ser intelectual, de izquierdas y poeta. Cómo fueron a buscarle a la Huerta de San Vicente, la finca de su familia, y acabaron encontrándole en la casa de Luis Rosales, otro poeta magistral. De ahí a lo que pasó esa misma noche, el libro nos narra minuto a minuto el paso de la vida a la muerte. Y da muchas pistas para, al fin, encontrar los restos. Algunos valorarán esta búsqueda y otros la verán inane, pero no soy yo quien vaya a enjuiciar eso.

            Solamente recomiendo su lectura para que nunca olvidemos, para que aprendamos y podamos enseñar a las siguientes generaciones los errores cometidos.

            Y ello, en cualquier playa, piscina o montaña. Que es donde mejor se lee. Con el móvil lejos y el reloj en la mesita de noche de casa.

Temas

Sobre el autor

Abogado y escritor. Grafólogo. Presidente de la Sociedad Asturiana de Grafología. Profesor de la Escuela de Práctica Jurídica y del Máster en Abogacía de la Universidad de Oviedo. Autor de cinco novelas publicadas y ganador de varios premios de relato. Exconcejal del Ayuntamiento de Oviedo en el período 2007-2011.


julio 2016
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031