PAGUE Y VISITE SU ENFERMO

            Esta semana hemos vivido la vívida polémica acerca de la intención de GISPASA – sociedad instrumental del Principado de Asturias para la construcción del Nuevo Hospital Central de Asturias – de cobrar por aparcar en el parking de vehículos que se ha construido al efecto.

            En este asunto, como en casi todos, caben las dos versiones, perfectamente respetables. La primera, es la que dice sin duda que parece injusto y excesivo que alguien que se ve azotado por la enfermedad y que recibe visitas de familiares, tenga que ver cómo les cuesta dinero acompañarle en dicho trance. A 0.90 € la hora, el día completo se hace inasumible. Y eso que hay descuentos por estancia completa, pero quien tiene que asistir a alguien que se encuentra ingresado sin duda lo considerará excesivo. Y además, en el actual HUCA, la gestión del parking la hacía una asociación de discapacitados, a quien se daba la voluntad, pero que sin duda agradecían, y gestionaban para los fines de los que lamentablemente padecen dicha situación. Pagar por tener un familiar o un amigo enfermo es difícilmente digerible.

            La segunda opción, la que cuentan desde el ente público, es que el precio es simbólico (yo prefiero la pintura simbólica, la verdad, porque mis euros son reales y salen de mi bolsillo), que el parking necesita un mantenimiento que, en caso de no hacerse por sistema de concesión debería ir a cargo del presupuesto público, que la sociedad concesionaria ha de asumir el 90 % de la plantilla de los discapacitados que gestionan ahora el actual parking del HUCA  y que, en caso de no hacerse así, se convertiría en estacionamiento permanente de los vecinos de la zona, que dejarían allí su vehículo de modo perenne, impidiendo la rotación necesaria en un centro hospitalario.

            Solo en esto último les doy la razón. El español, pícaro por historia y ADN, es capaz de dejar la plaza que tiene alquilada a tres calles y aparcar en el HUCA constantemente. Quizá no sea picardía, sino necesidad del terrible quinquenio que atravesamos, pero el caso es que no es lo que debería ocurrir.

            Con base en este argumento, acaso peregrino, que sepan que nos toca pagar. Quizá cuando tengamos un enfermo en la familia sea lo que menos nos preocupe, pero pienso en los que tienen la desgracia de pasar semanas o meses hospitalizados, y que hayan de poner todos los días una importante cantidad a añadir al gasoil y la comida en el centro hospitalario. Ya les adelanto, y no soy visionario, sino ovetense conocedor de esta ciudad, que el parking del Centro Comercial Los Prados se va a llenar en cuanto el hospital esté a pleno rendimiento. Y cuando se percaten en el Centro Comercial que es a causa del hospital, habrán de tomar medidas. Y claro, dichas medidas serán obligar al pago por estancia. Conclusión, todos los caminos llevan al mismo sitio.

            El resumen, que en esta vida  nada es gratis hace mucho tiempo. Que las chicas bonitas todas tienen novio. O que, como decía un gran amigo mío, nadie conoce un Mercedes sin dueño.