LAS MISMAS CARAS, LOS MISMOS GESTOS …
Como saben sobradamente, pues son gente leída, que decía mi abuela, el pasado fin de semana las candidaturas locales de PODEMOS eligieron a sus secretarios generales de cada localidad, que seguro serán aspirantes a las Alcaldías de nuestras localidades y de toda España.
Dejemos sentado de antemano que soy firme partidario de que alguien cree un partido político y quiera jugar el juego democrático. Que pretenda hacerse un hueco en el arco ideológico actual y que crea que lo suyo es lo mejor, pues los otros también lo creen y todo el mundo tiene derecho a soñar. Pero lo que no puede pretender es vendernos una moto, contarnos historias para no dormir y que las creamos a pies juntillas, que ya estamos mayorcitos para esto.
En toda España han votado menos de un tercio de los posibles electores. Es decir, los secretarios generales salientes del proceso electivo no cuentan con el apoyo de 2 de cada 3 simpatizantes, lo cual dice bastante en una formación que acaba de nacer y que, como toda relación iniciática, debería estar gobernada por la pasión.
A partir de aquí, la participación en Asturias ha sido algo mayor, pero no llega a la mitad. Y las caras que nos muestran no las conocemos – solo faltaría, son nuevos pero no son necios – pero todo lo que hay detrás nos suena a música repetida. El “establishment” de PODEMOS es el mismo que en todos los sitios, pero rebotados de otros lugares donde no quisieron estar, o no les dejaron. Y tampoco sería malo. Yo creo en las organizaciones políticas serias, con gente que trabaja, pero lo malo es negarlo o pretender esconderlo. Vender virginidad tras tantos años en la calle tiene sus riesgos.
Al parecer, la mayoría de las candidaturas vencedoras pertenecen a SOMOS, una especie de clan o familia dentro de PODEMOS (¿pero aquí no había de eso, verdad?) y los que están ahí son viejos rockeros. Conocidos por mí, conocidos por todos. Gente que ya ha hecho política muchas veces. Compañeros de profesión, e incluso amigos, que merecen todo mi respeto, pero que no pueden vender como nuevo lo que no lo es. Que no pueden pretender que nos traguemos que todo es tan limpio que deslumbra cuando “pucherazo PODEMOS” es trending topic en internet un fin de semana completo.
Los que están detrás, haciendo cocina, son los que ya hemos visto en otros sitios, en otros muchos, donde quizá no encontraron lugar para echar a la olla todos los ingredientes que querían y ahora vienen a contarnos que tienen la receta del alimento estrella y a discutir a los chefs, que no son sino humildes cocineros que, a fuerza de horas y de años, han acumulado experiencia. Nada más, nada peyorativo. Y nada nuevo, por supuesto.
Así que la decepción es mayúscula. Uno lleva meses escuchando lo del soplo de aire fresco, lo de la novedad, el poder de la calle, el ciudadano al fin considerado, y a las primeras de cambio, se encuentra las mismas caras, los mismos gestos, que hacen que todo cambie para que vuelva a ser lo mismo. Acaso un nuevo lugar para albergarse del frío que hace por ahí afuera.
Ya saben, la casta de la no casta.