Fue una noche de copas. La noche del millón de copas, diría yo. Hablamos, bailamos, nos reímos y supongo que hasta lloramos. Puede que de risa. Puede que no. Al irse, me dijo una cosa: “Existe. Fíate de mí”. Y yo, que soy mucho de fiarme, incluso (o sobre todo) de quien no debo, he […]