Me parece perfecto que se teorice prácticamente sobre cualquier cosa, más que nada porque, en teoría, como dicen Lole y Bolan, “funciona hasta el comunismo”. Quiero decir que teorizar, así se hable de física cuántica o nuclear, es fácil. Sufrir las teorías en las carnes de uno ya es más complicado. Por eso se me ponen los pelos de punta con algunos comentarios contra la eutanasia cuando no están hablando en teoría si no de un ser humano que no siente pero sí padece. O padecía, aunque ni tan siquiera se diese cuenta de eso. Porque el estado vegetativo será, no lo discuto, una forma de vida, pero no lo parece. Y me encantaría ver a todos esos que llaman asesino al padre que quiso que su hija descansase después de 17 años viviendo sin saberlo en el lugar de ese padre. Bueno, no, no me encantaría, porque no creo que eso se le pueda desear a nadie. Ni siquiera a los que teorizan con el sufrimiento ajeno. Ni siquiera a los que, además, lo utilizan como arma política.