Voy a hacer una confesión muy personal: soy una mujer. Lo digo para no ser ‘acusada’ de hombre si opino que la última ocurrencia ministerial de subvencionar más y mejor las pelis hechas por mis semejantes me parece, eso, una ocurrencia. Y un nuevo argumento para que tengamos (nosotras) que seguir justificando cada dos por tres que estamos aquí (donde esté cada una) porque-yo-lo-valgo (y no estoy hablando de L’Oreal). En fin, que mientras la realidad se impone y nosotras seguimos currando, los políticos siguen a lo suyo. Sólo le veo a esto una ventaja. Y es que Leire Pajín puede pedir pasta para rodar la segunda parte de ‘Todo sobre mi madre’. Taquillazo asegurado. Igual levantan las cifras del cine español. Ay.