Donde comen dos, comen tres y donde se gastan 120 millones en dietas, viajes y subvenciones prescindibles, un mogollón. El Principado ha decidido aplicar a sus cuentas la economía doméstica, que en los tiempos que corren no se diferencia en nada de la de guerra. Pretende ahorrarse con eso nada menos que el 25% de sus gastos y para eso va a tirar de la cuenta de la abuela, que es lo contrario de la del gran capitán. O sea, en resumen y por seguir con los tópicos, se acabó el ‘paga Francia’ que ‘debemos más que Alemania’. Vale. Yupi, que diría un amigo mío que tiene 5 años. Fenomenal, más por lo pijo si se quiere.
El problema es que parece que me molesta que hasta ahora nos gastásemos esos 120 millones en dietas, viajes y subvenciones prescindibles. El problema es que me da que el ‘tira que libres’ lleva demasiados años compartiendo sillón, sofá y cama de cinco estrellas con los que administran lo público, ese dinero que sería fantástico que lloviese en alguna parte, pero sale de su bolsillo y el mío.
El PSOE congela los sueldos de los altos cargos y el PP dice que eso es el chocolate del loro (nótese que podría cambiar el sujeto de ambas frases y el resultado sería idéntico). El chocolate se llama 300.000 euros. Llámenme cutre, pero a mí eso me parece una pasta. Yo hay días que no los gano.
Hay que ver que demagoga me he levantado hoy. Será el otoño.